¿Quién soy realmente?
Soy lo que ya no soy; ya no soy lo que solía ser. Soy un fantasma vivo que camina invisible en un cuerpo de carne ingenua ante los ojos ególatras. Soy un ser sin importancia en un mundo donde la importancia es lo más importante. Me he vuelto una imagen pasmada en el ordenador que cuando habla nadie le entiende por carecer del disfraz de figura de autoridad. Soy el alumno que nadie toma enserio. Soy la seriedad vacilante que muere con cada sonrisa torpe. Soy un eterno amanecer nublado con olor a cafeína. Siento que mis estudios se han vuelto un traje que me aprieta, que me asfixia. Ya no comprendo a los docentes, hay cierta hipnosis en sus pensamientos, se han vuelto ciegos ante la creatividad ajena, se han vuelto sordos ante el canto del estudiante. Los lineamientos los han seducido. Se han convertido en máquinas tragamonedas donde cada moneda insertada arroja una instrucción de quehaceres. Ya no importa que aprenda, sino más bien que cumpla. Siento que la universidad se hace cada ve