Caigo volando
Canto en el llanto de mis versos al tiempo que se disuelve con cada angustia. Cáscara en el corazón; amada y destruida. Un soplo basta para deshacerme de tus besos en esta íntima y bien vestida algarabía. ¿Quién suspira en las calles vacías ahora? Visto de negro en un eterno velorio de amargura. Risas bobas en mentes destruidas. Solo queda fingir, simples y llanas rutinas. Tintineos de tacitas de té, más el ya no saborearte, ya no desearte, y ya no amarte. Libros abiertos ante ojos ciegos. Derroche de virtud ante un lápiz roto. Un café frío lleno de alborotos. Muerto en vida anhelando la vida. Arpegios de guitarra carcomida. Versos de Pizarnik y cuentos de Cortázar. Sorbos de suicidio y tragos de infancia. Hoy, murmuro voces que no son mías, me retiro envuelto en epifanías. Los lugares que compartimos caminando en risas, ahora son cuchillos que se hunden sin prisa. ¡Cómo dueles a ratos! Hoy ya no están las sacerdotisas. Alguien más ahora le promete ilusion