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Mostrando las entradas de febrero, 2023

Mi sed te aclama

  Quimera de bastedades líquidas. Enmudeces el deseo de saciedad. En labios que se plasman enfatizas las caricias de sorbos insistentes. La humedad promueve tu existencia. Idea vuelta materia, materia vuelta mil apetencias. Apetencia de sed. Sediento apetito vuelto capricho. Caprichoso objeto de consumo. Consumada voluntad de ser y no ser. Aspiración demencial. Inerte valor de certezas. Certezas inciertas que asumo en tu rabiosa geometría lúcida. Vaga y frágil ambigüedad es la potencia de hallarte vuelto añicos en la homicida tarea de apreciarte como arte. Aguardas un tifón adentro. Entre tus aposentos resguardas una lánguida bienvenida que activa mi más íntimo apetito. Activas el humo que arranca hacia terrenos acuosos bien deseados y apetitosos. En mis manos resguardas un corazón y una marca que abarca y se plasma en tu esencia vuelta objeto. Mi sed te aclama en este vaivén de hallarme siempre incompleto.

Ya no hay mañanas felices

Renacimiento fausto en tus labios despotricados. Más la sombra llena de lumbre que agazapa en tu frágil regazo, tan provisto de incertidumbres. Ya no hay mañanas felices. Ahora reina la noche frívola. Vuelvo a la amarga soledad de donde nunca debí salir. Me he vuelto un río de cicatrices. Un volcán lleno de suspiros. Un bosque vuelto cenizas. Me rio de mis desvaríos. Llevo la tristeza en la sonrisa. Más la brisa que me trae tu agonía. Tu ausencia pesa en demasía. Y mi latido se ha vuelto más liviano. ¡Qué suerte la mía! Perdí lo que mas amaba para volar sin cadenas en el brillo de la luna. Y es que la noche es testigo de mis mejillas húmedas. Y mi corazón también atestigua que en su ritmo solo suenan tiernas melodías enmudecidas.

Amor cacofónico

Son insuficientes los latidos que borbotean bien asistidos. Más los pechos desvalidos entre ojos, lastimosamente caídos más los bailes encarecidos y desvividos.   El sudor no comprende nuestro rito candente. Frente a frente, eternamente convergente alejados de la gente nos besamos complacientemente.   Caemos en cuenta que la noche trascurre lenta sin penetración violenta entre marejadas que nadie afrenta frente a una fogata que calienta a la palabra sangrienta que asienta exenta cada rubor que nadie orienta.     Entre lamidas y caricias vamos forzando rimas sin angustias amándonos sin tarimas sin excusas sin pelusas y sin blusas me amas, me abrazas, me besas, me callas, me suplicas que grite sin penas entre condenas, te aferras sin faldas a mis piernas.   Entre dama y dama no hay drama y nadie nos aclama. Deshacemos la cama sin calma nuestra vida se empalma en cada alma humildes y sin fama.   Caemos en un risco de nuestro amor lésbico con ahínco un tanto turístico y sin dolor físico; m

Pulso debilitado

Un gran pulso debilitado en el horizonte incierto. Praderas calcinas y olvidadas. La cabaña vieja cruje junto con mi pecho que se embriaga. Resguardado mi corazón yace en un íntimo luto. Desprovisto de suspiros que la madera vieja propaga. Hay razón de ser en el desvarío de tu ausencia. Sorbo a sorbo el fuego me acompaña. Lo siniestro se extiende en la cercanía. Una extraña voz surca en la lejanía. Es tu presencia fantasma… Son tus lamentos renuentes… No puedo correr, no hay salida. Solo quedan las heridas. Solo queda la sed. Solo queda el hambre. Solo quedo yo,  y junto conmigo:  tu ausencia...

Cómo no sabrás que te amo

Cómo rendirse ante lo ya rendido. Cómo enamorarte si mi amor por ti es desposeído. Cómo reconquistarte, si yo nunca te he tenido. Somos bastedad de impulsos jamás vividos. Cómo enamorarnos, si somos dos egos enaltecidos. Cómo espero tenerte para la eternidad, si nunca te he tenido ni a ratos. Cómo salvarte de la soledad, si en ella juraste una desmesurada y casi religiosa fidelidad.   Cómo enamorarte con mi boca, si no te gusta mi poesía. Cómo enrojecernos, si la seriedad es tu crucifijo. Cómo tocar tu alma, si el tiempo nos distancia. Cómo moriré de amor si el desamor es mi fragancia.   Cómo alcanzarte en la gloria si la desdicha es mi victoria. Cómo no sabrás que te amo, si enamorarme de ti es mi mayor reclamo.

Soy

Soy un hastío inconveniente. Soy la acumulada sangre fría. Soy un desordenado arreglo. Soy un cúmulo de suspiros. Soy la rebeldía amansada.     El paisaje ya no me anima. El sol ya no me alimenta. El asombro de la luna me abandona. Soy la muerte que camina.   Soy la tierra que se acumula. Luz perdida entre sombras hambrientas.   Soy tedio, soy el sin sentido. Soy la motivación perdida.   ¿Por qué me cuesta tanto visualizar el futuro, si el presente se me escapa?   Soy el tiempo agotado. Soy la agonía vuelta pausa. Soy, soy, ¿por qué siempre soy? ¿Y si solamente un día renunciara a ser?