Pajarito azul
Danzas con tus patitas saltarinas al filo del abismo. Nuestro encuentro casi puntual carece de cotidianidad. El viento nos acompaña autentificando nuestro realismo. El sol y la tinta se envuelven en una extraña singularidad, que nos hace presas en un arroyo de añoranza. Somos un mar inquieto, una marea rebosante de arrullos. Un evento que estalla y emana exaltación. Un fulgor que corrompe el hastío a murmullos. Una orquesta muda en oídos dispersos. Un ciego llorando de alegría frente al espejo. Tú tan único y rebosante de color. Yo tan típico y ausente de suspiros. Alzas tus alas y danzas en alabanzas, en un ritual de purificación, en donde el tiempo no te alcanza. A mí, la muerte me perturba y tú bailas sobre ella. La ignorancia te convierte en eternidad. La finitud me hace un simple y arrogante pasajero. Sepulto mis colores profanos mientras tú resucitas en cada rito de canto. Pajarito azul ya no vuelvas, porque si vuelves ya no estaré, arropado en plumas y alas cantaré. Ahora tú