Guitarra mía

        Hoy sueño un sueño que soñé y que quizá todo el mundo sueña soñar. Y es que a los recuerdos les fascina recordarme un recuerdo que suelo ya no recordar. Mis días se han vuelto lluvias. Qué sería del tiempo si no llovieran días. Soy testigo de cómo el futuro ya fue y el pasado será. Yo solía cantar con mis manos. Entonaba notas y acordes de manera que mis oídos me dieran permiso. Hay guitarra mía que ya solo murmuro tu recuerdo en sueños donde los días llueven un presente que se desafina a un tiempo que ama la velocidad de lo inmediato. Y es que tanto a ti como a mí, nos gusta recordarnos así: despacito y a susurros. 

Hoy tú y yo vagamos en las memorias olvidadizas, en ojos mudos y gargantas sordas, en escenarios invisibles donde han desaparecido nuestras huellas que se aferraron hasta el último momento en gotas de sudor ahora secas y marchitas. Qué bonita sensación aquella cuando te vestía de cuerdas nuevas que hacían relucir el brillo de nuestros cantos fugaces. Si el destino así lo quisiese y nos volviera  a juntar de nuevo, mis dedos serían incapaces de recodar su lejana virtud, y ahora, mis extremidades manuales tropezarían en torpeza fina y triste con el recuerdo del amor que en muchos días atrás encendían, tus cuerdas y mis dedos eran los mejores amantes donde se complacían en éxtasis cada noche al hacer el amor juntos abrazados por calientes melodías. 

Hoy mi resignación se resigna a resignarnos. Y es que ahora canto de manera escrita. Mi intuición intuye que yaces en tu funda encerrada cada vez más muda. No sé qué pienses, pero yo soy materia que se piensa pensándonos juntos donde pensaría que piensas que te pienso en cada pensamiento cuando nos pensamos pensando lo que un día un fue.

Hoy yo también vivo encerrado y confinado, pero lo bello del encierro es que nos hace más creativos. Vayámonos antes de que la nostalgia nos alcance, y si así fuere, que nos agarre pensándonos borrachos de nostalgia nostálgica.


JNR 

Entradas más populares de este blog

Poeta incierto

Mi llorar silencioso

Ángel caído

Silencio desaparecido

Incompetente

No me alcanza la vida

Una voz que se ilumina

Ira absoluta

Hay libros

Soy autista