Por qué el pensamiento Disney abruma el pensamiento crítico y lo disuelve en ideología

Hay una perseverancia a lo no perdurable que aquieta hacia un silencio de la conciencia en un terreno de disolvencia al "pensamiento independiente". Contrarresta al estado de ánimo a un impulso de las emociones y deseos carentes de significado entorno a una evolución de reflexión en un circuito de interjecciones sociales que aplauden la semejanza de pensamientos. 

Hoy en día, un individuo podría ofenderse al percatarse que otro sujeto viste las mismas prendas que él usa con orgullo en su celebración al elegir la ropa que más se asemeja a su personalidad durante varias pruebas y años transcurridos. Es perfectamente entendible el por qué dicho sujeto se ofendería al ver a otro sujeto vestido exactamente igual. Pero, en un ámbito de ideologías de pensamientos. Cuando se interactúa con alguien más, y esta persona comparte el mismo pensamiento o la misma ideología, es un efecto opuesto a la ofensa de vestir la misma ropa, al contrario, se festeja a un más que una persona encuentre a otras personas que piensen como él piensa. Es como si viéndolo desde el mundo materialista celebráramos que los vecinos se compraran el mismo automóvil que a uno le costó años comprar y a ellos solo un fin de semana. Así sucede con la negación del pensamiento independiente. Vamos por la vida alabando a las personas que anularon pensar por ellas mismas y ahora piensan de manera casi exacta a otros pensamientos. Sería una nueva cultura de pensamiento de lo igual. 

Por otro lado, esta práctica instalada de la sociedad de lo igual, es un arma de doble filo. Ya que uno pensaría que una sociedad que piensa de manera similar llevaría un orden en un sentido de desarrollo de convivencia laboral, familiar  y académica apacible. Pero no resulta así, esto es, que surge de manera espontanea una idealización de lo individual con base en la idealización de lo igual. Con base en un pensamiento semejante, surge el querer destacar de los demás: la clásica formula de la competición. Y es que esta ideología de pensamiento esta insertada en los sistemas de entretenimiento en cada cultura contemporánea. A esto, me refiero a los embates deportivos, que los medios de comunicación exponen en sus horarios de entretenimiento visual. Nos bombardean con la idea de que un equipo debe de vencer a otro equipo en los terrenos de lo deportivo, y si quedaran en un modo de empate, se tiene que llegar al límite de las exigencias corporales en cuanto a la resistencia del cuerpo humano que ha gastado todas sus energías. Debe de llegar hasta la última de las consecuencias su salud física para poder llegar a una resolución de victoria sobre el otro.

Así de manera inconsciente apagamos el televisor, y nos vamos a dormir para empezar al otro día nuestra jornada laboral. De manera ideológica y casi imperceptible para el sujeto que ha abandonado el pensar por sí mismo, actúa de dicha manera, competir para vencer al otro, y esto no es solo en ámbitos laborales, sino también en países enteros que hacen la guerra a otros por vencer a los demás y dignificar la superioridad de ser el aclamado vencedor, y un modelo a seguir para otras culturas del cómo se debe actuar para ser el país o nación número uno del mundo.

Y es que el análisis central del tema sería la de ideologizar al receptor por parte del emisor por medio de ese mensaje central: LA IDEOLOGÍA. Secretamente disfrazada de competición  en tendencia a vencer a los demás. Pero primero inmiscuirlos en una ideología de la ilusión. Ahí entraría el tema central de este escrito: “Por qué el pensamiento Disney abruma el pensamiento crítico y lo disuelve en ideología”.

Actualmente existe una gigantesca multiplicidad de opciones y medios que ofrecen entretenimiento visual. Esta cargado de mensajes, moralejas, melodías pegajosas, etcétera. No obstante, el principal acaparador de este sistema de control es Disney. Poco a poco dicha empresa de entretenimiento, se ha hecho hacedora de una gama de opciones en la diversidad de su contenido para entretener a sus consumidores a lo grande. Pero, sus principales presas son el género infantil. Desde la etapa de la infancia, a esta empresa le gusta ir adoctrinando en cuanto al consumo de la “magia y el pensamiento positivo ante los embates de sus antagonistas”, el bien contra el mal. Hoy a una edad madura, puedo decir que simpatizo aun más con los antagonistas de dichas series y películas ante la mente vacía de sus protagonistas por querer siempre moverse en una línea del bien inculcado por el pensamiento de otros, (pensamiento de lo igual). Por otro lado, también se puede recalcar la identificación o comparar a Disney, como a una capa o manto ilusorio de la realidad. Pareciera que el capitalismo no le importa una crisis mundial como lo es una pandemia y actuara de tal manera, que aun yéndose el mundo al carajo, Disney te seguirá entreteniendo hasta el final de tus días si estuvieses enfermo de algún virus. Es como: llegar al mundo desde la cuna, consumir Disney, estar en la adolescencia y ser un idiota que no puede afrontar la soledad y se entra en la desesperación de la búsqueda de la pareja para la procreación y ser un individuo correcto para el sistema social. Volviendo a la cadena de vida: soy adolescente invito a mi pareja a casa a consumir Disney, ser adultos con casa propia (porque así lo manda el ser un adulto maduro y responsable) y consumir Disney, tener un bebé, (de igual modo, parece que para la sociedad el modo de realización es tener hijos, pero bueno, sigamos) tener al niño o niña, y darle a consumir Disney. Y así hasta la muerte.

El individuo Disney, se entristece o se llega a molestar si alguien no tiene su misma actitud alegre de estupidez como la que él ejerce y le inculcaron en su periodo de vida Disney. Cuando surgen pensamientos distintos al modo descerebrado que emplean los sujetos de mentalidad Disney, estos los excluyen y los llaman: amargados, “no tuvieron infancia, no les hagas caso”, “¿ya viste lo que trae puesto?, hay no, qué horror…

¿Por qué el pensamiento Disney abruma el pensamiento crítico y lo disuelve en ideología? Porque incluso puede haber lectoras y lectores que no terminen de leer estas palabras porque van en contra de sus sistema de creencia Disney. Una persona puede darse cuenta que está ideologizada cuando aborrece algo que contradiga lo que cree y lo que es correcto: “el yo soy así”, “así me educaron a mí y soy un individuo asequible para la sociedad de consumo, así que mi hijo o hija gozará de lo mismo que yo disfruté en mi infancia”, en fin, pequeños entes de copias en una sociedad que ya no es la misma a la de antes. El golpe de la realidad cuando sean adultos y llegasen a romper su manto de ideología, será de mucho más impacto para estos sujetos, el ver que ya no hay mundo y todo es un sistema artificial que ha anulado el pensamiento crítico pero que ha sacado una nueva serie o película que debemos se debe de ver si o sí.



JNR

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