Anónimo
Te
visto en recuerdos
pero
por más que intento
me
vuelvo resbaladizo
en
la telaraña de tu orgullo.
Ilusión
de viento
que
se disipa
como
hojas secas
a
la deriva.
Blancos
son mis pulsos
que
dan mis pasos quietos
en
la luz tenue
de
tu olvido.
Un
destello de oscuridad
se
va posando
en
las nítidas huellas
de
tus ausentes caricias.
El
veneno de la soledad
va
cumpliendo su cometido.
Oscuros
son tus besos
en
este cuerpo
hinchado
de abandono.
Te
llevaste algo de mí
que
en tus manos:
Frívolas…;
enterraste.
Ya
solo brotan espinas rojas
pero
puntiagudas
en
esta tierra polvorienta.
Qué
ironía será
nuestro
encuentro futuro:
tú,
sin saber quién soy,
y
yo, por dentro
cargaré
el luto
de
lo que un día
fuimos
y enterraste.
Me
volveré anónimo de tus labios
y
un poema triste
que
tu ego callará.
Y
seré un mal cuento
en
los nuevos labios
que
te mentirán y besarán.
Adiós…
Amor
de mi vida.
Se
despide
un
anónimo
que
te ama
que
respira.
JNR