Fantasías rotas
Deseo que encuentres
los besos que siempre quise darte. Que te abracen fuerte por las noches como yo
abrazo a mi almohada en cada una de mis soledades nocturnas.
Alguna vez me
recomendaron que si quería enamorarte debía regalarte libros de poesía. Yo en
mi obsesión; me hice un mala poeta para dedicarte mis más íntimas poesías.
Gestos mudos, gestos sordos, un gesto que no me alcanza. Bella y delicada
sonrisa blanca. Nos escapamos de clases y nos aventuramos en un tren de
incertidumbre. Los paisajes se van haciendo oscuros en el discurrir de tu piel.
Besos y caricias públicas atraen miradas que juzgan nuestro amor renacido.
Vuelve a brotar la lumbre de las cenizas de cuando éramos dos simples
chiquillas. Besos por debajo de la mesa rota. Caricias en tu cuarto mientras
hacíamos la aburrida tarea de algebra. Una más una, igual a una. Te miro, te
acecho, me jalas, me muerdes los pechos. Miradas furtivas en el descanso y
mensajes eróticos en un salón silencioso lleno de alumnas.
Qué gallardas fuimos al
escaparnos y comenzar una vida juntas, lejos de tus cristianos padres, y lejos
de mi madre puramente católica. Sello de poetas entre vaginas simbólicas.
El tiempo ha pasado y
me obligas a llevar nuestro auto nuevo en dirección a nuestra vieja escuela.
Era de noche y brincamos con facilidad las murallas. Debes en cuando y por la
noche retumban nuestros viejos pupitres con nuestros sexos desnudos y
calurosos.
Dulce apacible
graduación vaginal. Cómo brotan mis fantasías rotas cuando te miro abrazada de
tu novio. Yo mientras, volveré a mi realidad de adolescente que sueña y suspira
por ti a escondidas, me asfixiaré en mi soledad lésbica. Hasta pronto, te
miraré en mis orgasmos más íntimos esperando que en el futuro te quites tu
disfraz heterosexual y te hundas conmigo y en nuestras más caóticas fantasías
de una vida juntas.
JNR