Lago

Un tallo de hoja seca

en un espejo de agua,

embelese la mirada,

la aquieta, la separa.

 

Piedras sumergidas

en un llanto quieto de agua

son grises,

son rojas,

son contadas.

 

Combate un pulso ciego

resonante

en la expansión vibrante

que alcanza los sentidos

que caminan,

que resuenan:

Los atrapa.

 

Reflejo nítido de la constancia

de un rostro líquido;

danzante e intimidante

que expulsa

una voz muda

avasallante.

 

En este lago de mis repulsiones,

encierro mi mirada.

Me doy cuenta:

tengo la mentira incrustada,

y la amarga voz callada.

 

JNR

 

Entradas más populares de este blog

Poeta incierto

Mi llorar silencioso

Ángel caído

Silencio desaparecido

Incompetente

No me alcanza la vida

Una voz que se ilumina

Ira absoluta

Hay libros

Soy autista