Ola

Contemplo un millón de olas

suicidándose en la memoria.

En tus caricias encuentro siempre

la espuma del mar arribando.

Arrecife de promesas contaminado.

Dos sueños interrumpidos

por un maremoto de incertidumbres.

Fugaz y repentino.

Quieto y silencioso

antes del derrumbe.

Paisaje fúnebre

brisa contaminante.

Gaviotas textuales

alzan el vuelo

en una historia de amor

ahogada,

hundida,

sin promesas,

sin reclamos,

sin consuelo.

El mar no acaba;

pero acabó con lo nuestro

que duró lo que tenía que durar

como la vida,

como el amor,

como lo siniestro:

Húmedo y efímero.

Como lo que dura y se perjura

en una ola.

 

JNR

 

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