Muerte abandonada
El viento borda
un
rostro muerto
en
el fondo de la tierra;
impregnada
de grietas.
Ya
nadie sabe que existo,
que
existí y tuve vida.
Los
gusanos
hacen
un festín
de
mi soledad enterrada.
Ahora
me
he convertido
en
una lápida;
lápida
abandonada.
Que
nadie distingue al alba.
Cabeza
hueca,
corazón
inerte.
Nunca
nadie
me
amo en vida
y
menos ahora
que
me pudro
bajo
tierra marchita.
No
tengo epitafio.
Solo
una fecha a secas.
Números
vacíos
sin
sentido,
progresivos
de
un tiempo
que
ya no existe.
Y
es que el tiempo,
el
tiempo fue
lo
que nunca tuve.
Ya
no hay horas,
ya
no hay años
solo
muerte
y
olvido.
Solo
viví
para
que me olvidaran.
Amores
vacíos
y
familia lejana.
Mi
único amor
fue
el tiempo,
pero
él…
ya
me ha abandonado.
JNR