Vivir la vida
Vivir la vida
sin
una guía,
sin
un presente.
Envuelta
en duda.
Silenciada
vía
en
arrebatos,
sin
tactos,
sin
nombre;
pero
comprometida.
Se
rasga el viento.
Flechas
que se incrustan
en
el intelecto
que
ya es tormento
pero
penetran y se ajustan.
Melodías
que ya no suenan
pero
se sienten, retumban
en
el cosmos expandido
tan
nítido y de construido.
Las
flores ya no huelen
y
el sol ya no alumbra.
Fuego
congelado y nieve derretida.
La
tierra ya no palpita
sino
más bien
sufre
y se debilita.
Va
callando almas
con
sus temblores.
Con
sus nevadas,
con
sus volcanes
y
con sus marejadas.
Quién
diría
que
el tiempo era
lo
que se pensaba
que
nos destruiría.
No
es así. Ahora es la tierra
la
que prepara
nuestra
bella y efímera despedida.
JNR