Globo de letras

 

La escritura es como un globo. Y la o él que elige perseguir la adquisición del oficio de la escritura, es la persona que infla ese globo. Cuando se toma aire para inflar el globo, ese acto de tomar aire para inflar el globo, ese acto de tomar aire, vendría siendo la inspiración; se toma aire, mucho aire antes de empezar a inflar el globo. Y el acto mismo de soltar el aire para empezar a inflar el globo: ese acto, es la escritura misma. Vamos inflando, vamos plasmando la escritura. Si solo se quiere inflar poquito, está bien, si solo se quiere inflar medianamente, de igual modo está bien, si se quiere reventar el globo inflándolo a su máxima capacidad hasta que explote, es formidablemente aceptable. Se toma otro globo, se vuelve a tomar aire de manera profunda y, comenzamos de nuevo. Cuando se toma aire, se toma desde los pulmones, que se convierten en nuestras memorias, nuestra inspiración para crear, pero el acto de inflar no es al instante, muchas veces para inflar el globo para que quede de buen tamaño. Hay que trabajar nuestra respiración, ya sea en largas y profundas bocanadas de aire o, en inhalaciones y suspiros cortos pero constantes.

Si quieres escribir, bienvenida, bienvenido. Solo toma aire y respira. Que para mí, eso es la escritura, así, muy simple: aire que tengo que respirarlo para no morir. Así que, respiren, ya que el aire de la escritura es el aire que infla el globo de la vida.

 

JNR

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