Sentencia fija
La sentencia del destino va soplando
sin
desquicio
símbolos
fijos que no se ven
pero
que van acechando.
Se
va tejiendo un desierto
de
plantas secas pero coloridas
en
un desordenado orden
de
entradas y salidas.
Zumbidos
danzan
en
el laberinto de mi desgracia.
Serpientes
que envenenan
pero
que estabilizan.
Se
va rompiendo el orden cósmico
y
junto con él
se
va destejiendo mi destino.
Destino
incierto pero ya dicho.
En
el entierro esta el comienzo
y
en el fin yace mi desentierro.
Al
morir no hay un alma
sino
un cúmulo de almas
reuniéndose,
danzando
entorno
al fuego.
Fuego
que quema.
Fuego
que ordena.
Huesos
vueltos polvo,
polvo
vuelto viento,
viento
que respiras.
Y
en ese viento
no
respiras vida
si
no vas inhalando y exhalando
mi
muerte fija.
JNR