Son destellos nada más
Son destellos nada más
los que arremeten los sentidos;
sentidos lúcidos
en la decadencia del bienestar.
Destellos de nuestro amor al aire.
Brotan, viven,
son latidos fugaces.
Raspan el corazón
junto al viento desvivido.
Cuántas anotaciones
y cuántos suspiros
se encuentran en una pluma.
La noche nos ha llegado
y ya no hay destellos,
solo destellos de estrellas;
solitarias y distantes,
que no dicen nada
pero brillan fulgurantes.
Hay mil destellos
en un destello.
Y hay mil indiferencias
en tu indiferencia.
Hoy estamos tan distantes.
Lejos de nuestros destellos
más íntimos,
más secretos,
más siniestros.
Qué sentido tiene
dar destellos
cuando no son sentidos.
Son nuestros destellos
falsamente verdaderos.
En nuestras mentiras
hay una verdad de amor
con destellos que no se ven,
y residen en nuestras almas;
almas invisibles
pero que arden en destellos.
JNR