Susurros

 

Cúmulo de letras que se juntan y desaparecen. Y es que yo elijo cuáles salen y cuáles prevalecen. Decido yo las letras que se leen y también soy yo el que decide qué letras acaecen. He borrado y corregido letras que yo había elegido, errores no vistos en su momento de escritura, y que, al final, ven la luz en pupilas ajenas. Cambio letras feas por letras bonitas, y en ocasiones si son muy bonitas, las vuelvo feas. Repito letras sin darme cuenta, pero no me importa. Yo tengo necesidad de escribir letras resulten desagradables o fascinantes. Quiero comunicar con las letras que tengo y las que me han elegido y yo he adquirido al paso del tiempo. Si mis lectores me leyeran para aprender o conocer nuevas letras que juntas hacen palabras. Les diría que yo no soy el escritor adecuado para ello. Mejor sería que consultasen un diccionario para la nueva adquisición de palabras elegantes. Allí hay palabras muy finas, muy bonitas, muy extrañas, muy exaltantes. Y es que a veces siento que hay palabras que me pertenecen. Alguna vez pronuncié una en voz alta sin tener noción que en un futuro se convertiría en mi palabra más adorada por mí. Y es que cómo no enamorarse de la palabra susurro, o en su plural: susurros. Retumba en la lengua sonorizando los dientes y al paladar al pronunciarla en voz alta. Son susurros mis susurros en palabras que susurran susurros en un susurro. Así como me he percatado que a Gabriel García Márquez le pertenece la palabra “hojarasca”, yo siento. Es un efecto muy raro que me sucede al leer dicha palabra en otro autor ajeno a él, viene Gabriel inmediatamente a mi mente y siento como si lo despojaran de su palabra al usarla. Tal vez así yo, obviamente, no intento compararme con dicho autor, para nada es el tema a develar. Pero, solo tal vez, solo tal vez así me suceda algún día con la palabra susurros, que alguien se acuerde de Jesús Neri Rincón. Es elegante dicha palabra si se usa una vez, pero si se repite soy consciente del atiborro que puede llegar a causar. Una zurrada de erratas desparramadas. Pero es así, y, si alguien en un futuro cuando yo no este, me recordase. Me recuerde de dicho modo. En letras que hice en algún tiempo palabras y que terminaron escritas y siendo leídas así: a susurros.

 

JNR  

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