Adiós

Hay un adiós instantáneo

en cada uno de mis saludos.

En cada nuevo día

hay un adiós distante.

Un adiós que me consume.

Un adiós que no respira.

Cuántas despedidas

hay en un adiós

que brota en lágrimas sin salida

por ya no estar más aquí.

En mis besos más románticos

nunca hay un adiós,

más sin embargo,

hay un adiós

en mi besos más cortos,

los más torpes

y los más míos, sin sabor.

Hay un adiós

en cada una de mis palabras.

Hay un adiós

en cada suspiro de alegría.

Hay dicha en mis despedidas

pero no hay un adiós

en cada una de mis partidas.

Hay un anhelo de un adiós

en cada momento de melancolía.

Hay un adiós

en cada sonrisa tímida

en momentos

donde agradezco a la vida

por cada adiós sin saliva

al alba y nocturno.

En cada madrugada

de insomnio hay un adiós.

Mi arma y mi corazón

están cargados

para mi más rápida despedida.

Pero con cada beso tuyo,

deseo en demasía

nunca más decir adiós.

 

JNR

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