Felicidad

Hay en mí un sabotaje natural,

domina,

rompe paradigmas de felicidad,

así, sin más.

Un cuchillo pulsante.

Brilla, se realza sonante

en la luz del sol

matando a Apolo

para darle de beber

su sangre a Dionisio.

 

Mi felicidad es cada vez menos.

Es repetida con diferentes rostros.

 

Va vagando en un hilo invisible,

no permeable

ni deseable

y sin origen aparente.

Sonríe pero sufre

entre amarillentos dientes.

Fumo un cigarro, se apaga.

Quiero otro, se desvanece,

pero mi melancolía prevalece.

Destapo una cerveza,

me deja mareado en mi vileza,

se esfuma.

Ya no hay dinero solo extrañeza.

 

A ratos sonrío.

A ratos me duermo.

A ratos la extraño.

A ratos siento frío.

A ratos me acaloro.

A ratos la añoro.

A ratos me masturbo.

A ratos le rezo a Dios.

A ratos no siento.

A ratos te digo adiós.

A ratos ya te olvide.

A ratos no te olvido.

 

Por qué sufrimos de amor

si podemos amarnos a nosotros.

Sin caer en narcisismo,

para así poder compartir

la vida con nosotros mismos.

Y amarnos, y coquetearnos.

Morir en la propia memoria

Satisfaciendo nuestro propio olvido

Así, sin escorias…

 

El teléfono ya no suena.

La muerte te ha dicho que no estoy.

Por eso ya no llamas.

Y yo sigo sin ganas,

Lloro la muerte de mi yo enamorado.

Bebo ante el regreso de mi yo solitario.

Felicidad que equivocada estabas.

No eras como pensabas,

pero ahí vas…

Yendo de puerta en puerta.

Sin más, tocas y te vas.

 

JNR

Entradas más populares de este blog

Poeta incierto

Mi llorar silencioso

Ángel caído

Silencio desaparecido

Incompetente

No me alcanza la vida

Una voz que se ilumina

Ira absoluta

Hay libros

Soy autista