Tal vez

Me voy complaciendo

con cada trago,

con cada sorbo,

y entre síntomas de nostalgia.

Mis lágrimas se suicidan

en el vacio de mis mejillas,

en dirección hacia mi café,

que yace frío,

que yace en calma.

 

El techo de mi habitación

está lleno de susurros,

tanto tuyos como míos.

 

Una vez me dijeron

que para ser filósofo

era necesario

aprender a contemplar,

a observar eficazmente.

Pero hoy,

solo puedo ver carencias

que son tristes,

que son ausentes.

 

La ausencia de personas.

La ausencia de alegrías.

La ausencia de caricias.

La ausencia de tu cuerpo.

La ausencia de tus labios.

La ausencia de tu cálida compañía.  

 

Cuando creo aprender de amor.

Aprendo más de ausencias.

Me acostumbre a tu compañía.

A sentir que si moría,

tú me enterrarías.

Pero ganó más tu ego,

el cual me dejó varado,

solo, y a ti,

con cientos de posibilidades.

 

Tal vez

ahora te abraza alguien más,

tal vez hoy te besan

como a ti te gusta.


Mi esencia ha quedado ausente

en tu corazón y en tu habitación.


Tal vez hoy te besan

personas más bonitas, 

más atractivas,

que van borrando

las huellas de mis labios

que te dieron

mis besos más honestos, 

que ahora lloro,

que alguna vez amé,

y que hoy 

más añoro.

 

JNR

Entradas más populares de este blog

Poeta incierto

Mi llorar silencioso

Ángel caído

Silencio desaparecido

Incompetente

No me alcanza la vida

Una voz que se ilumina

Ira absoluta

Hay libros

Soy autista