Verdad dominante
Hay una disposición en
la experiencia en cuanto a disponibilidad de negar los errores de un modo inconsciente
que frivoliza el aparente hallazgo de una verdad próxima en cuanto a búsqueda de
sabiduría ante lo que se ignora desde principio a fin de ideas sobre el objeto
que no son para nada viables para los sentidos humanos, resultando así algo ajeno en su disponibilidad de hábito. Es asequible
y muy fácil ignorar los errores para dar con la razón diluida y constituida por
múltiples falsificaciones de verdad. ¿Qué es lo que se me presenta como duda?
¿Y por qué dudo de su existencia desde mi existencia limitada en cuanto percepción?
Hay una proximidad desde la asimilación de ideales envasados desde la
ingenuidad de acertar en un mar de errores para dar con la verdad, que no es a
su vez una última verdad dentro de un espacio y tiempo determinados. Sino más bien una verdad
forzada desde una voluntad falsa con creencias a entender lo que no se puede
comprender en la absoluta comprensión de lo que aqueja a la duda sobre el por qué
de las cosas y el mundo en que el ser humano ha hecho un largo camino de
errores y aciertos que las falsas ideologías aprueban como avances para el
bienestar de sociedades y culturas hechas con cimientos de verdades forzadas
para beneficio de enriquecer a círculos que ofrecen un cómo se rige la realidad
en la que se ha regido por siglos hasta la actualidad. Hay un pensar sin pensar
en sí en la mente de cada Yo que cree que piensa. Si cuestiono; me sancionan,
si creo, me matan y otros se benefician, si critico, soy un ignorante, si voy a
ser, se me etiqueta y se me reprime. ¿Cómo crecer en el mundo de las ideas si
la sociedad actual está hecha para no pensar nuestras propias ideas y solo
consumir ideas que nos mantengan en un constante sin pensar? ¿En realidad
crecemos como especie? ¿O solo es una ilusión dada ante lo que no se puede
concretar como posibilidad de nueva realidad ante lo real? ¿Quiénes somos al
dudar de nuestra posición en el mundo? Somos los sanadores de heridas en pieles
de cadáveres. ¿Por qué buscar el conocimiento en un ambiente donde todo conocimiento
yace muerto y carente de utilidad? Vivimos en el era de la productividad
práctica. Esto me sirve para competir y no para trascender en el conocimiento
de nuevos conocimientos que trasciendan, sino solo vivir con herramientas para
perseguir absurdos deseos que terminaran por desperdiciar el periodo de vida de
cada individuo. Nuestro destino como humanidad no es trascender, es consumir
para morir de manera veloz y sin alcanzar una evolución de la mente que por
muchos años se le mantiene distraída de sus capacidades naturales para vivir en
un constante entretenimiento de verdades llenas de falsedades que se han
impuesto como verdad para la no evolución como especie. Dominar para que no
dominemos.
JNR