Deambulo

Deambulo

en la nada de lo inexpresable.

Brotan

semillas secas

en un lago de indiferencia,

un tanto arañado;

intencionalmente olvidado.

Caigo y me sostengo

de la cuerda

invisible del hastío.

Deambulo en un laberinto

de flores muertas

lleno de cuartos vacíos

que me van contando

las horas y deshoras

que el viento asoma

en las arrugas de mi piel

que suda y se arrastra

en un camino polvoso

lleno de tierra que me abraza,

que va sosteniendo

mis miradas huecas,

mis sonrisas secas

y mis mil y un latidos

que se acallan

pero que vibran

en su última armonía

donde no estás y no me besas.  

Donde no hay testigos

más que la tierra

anhelando mis cenizas

que servirán de fruto

en un mar de luto

que no resuena

pero que tintinea

gritos que jamás supliqué

en la hasta ahora

tortuosa y afable vida

de un pobre diablo

olvidado

pero que palpita.

 

JNR

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