Mi tierra muere

Soy la tierra vuelta sombra,

tambaleándose entre la maleza.

Rota y temblorosa.

Crujen mis raíces

de orgullo y un tanto airosas.

Soy el crepúsculo que arde

en llamas en la calmada tarde.

Soy el monstruo que ruje

bajo la cama cutre.

Brillan mis ramas

ante una luna llena.

Me sientes, me hueles…

Escuchas mis tormentos callados.

Sobré el apacible lago rezagado.

Ya mis mareas no alcanzan.

Y mis olas no te abrazan.

Soy un dormido susurro

que se estremece contra el viento.

Viento que no te toca.

Viento que ni siquiera te descoloca.

¡Qué muda se ha vuelto la cascada!

En ese arrebato de silencio

que grita extrañándote.

¡Qué tristeza dar flores!

Y que las arranques cruelmente.

Qué desdicha propiciar oxigeno

Y que acabes

con mis bellos y extensos bosques.

Ya no puedo más…

Mi tierra muere,

muere mi tierra…

Pero no cantes victoria.

Me voy, pero te vas conmigo,

así, disimuladamente;

callados, sin indagatorias,

sin testigos y sin glorias.

Mi tierra muere,

y ya no hay escapatoria.    

 

JNR

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