Dejar de ser

Ya no puedo ver caminos claros,

ahora veo,

una multiplicidad de bifurcaciones.

Callo, cierro fuerte mis parpados.

Ya no hay calor, ya no hay compañía.

Caigo.

Tropiezo.

¿Qué mas queda, más que tropezar?

Las aves pasan, pero ya no cantan.

Todo se aleja.

Mi sonrisa.

Mi tristeza.

Mi agonía.

Y mis fantasías…

Soy un espasmo en la penumbra.

Un suspiro pausado.

Soy la banca de parque,

en la cual ya nadie se sienta.

Qué ganas de ser,

Aunque sea:

esa piedrita

que patea el niño juguetonamente.

¿Quiénes somos ahora?

¿Quiénes pretendemos ser?

¡Cuánta ansiedad!

En ese futuro incierto.

Ya se ha vuelto costumbre…

Ahogarme en incertidumbres.

El pasado yace incierto,

y el presente solo es sin ser.

¿Qué más hay allá fuera?

¿Dónde está?

Esa turba enardecida

que quema al monstruo

al final de las historias.

¿Dónde están esas antorchas?

La alarma suena…

Vuelvo a despertar.

¿Por qué los días parecen ser los mismos?

Sigo jugando, en este juego del calamar;

que todos llaman vida.

Ser, no ser, tener, desposeer.

Dejar de ser…

 

JNR

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