Ebrio de soledad
El silencio llora al cielo
quejumbroso
entre tormentas.
El
frío yace paisaje
en
el arrabal distante.
Soy
la niebla envuelta en vino.
Brazas
de fuego
mutilan
mi mirada perdida.
Hay
un cuervo que camina
con
alevosía entre los libros.
Los
lee sin dirigirme la mirada.
Caigo
en cuenta
de
mi posible y burda ebriedad.
Somos
él y yo, distantes.
Él
en su mundo de libros,
y
yo tan ebrio de soledad.
JNR