Despecho

Fuiste cosechando

mis más elaborados besos

que con arduo esmero

fui propiciándote, pero…,

que nunca, ¡nunca, maldita sea!  

Te dedicaste a devolverlos.

Fuiste una aberración campante.

Indiferencia en tus pasos caminantes.

Vaya desperdicio de pulsaciones,

tan llenas de abolengo;

tan llenos de tiempo inefable.

Inversión nómada constante.

Vaya desperdicio de ser pensante.

Yo me dediqué a amarte…

Tu dedicación aberrante,

fue la de contemplar entidades

de nulas capacidades brillantes.

Eras la escoria enjuiciada,

al darle valor a

vacíos cuerpos “despampanantes”.

Me alegra tu absurdo destino.

Era de esperarse al tener tantas parejas.

Tu cruel delirio, te dejará sin tu más

despreciado y apreciado talento tránsfugo.  

Ese…, el de amar

los cuerpos más pulcros

y los más vanos y dolientes.

Suerte con tu nuevo galimatías.

Espero que tu poliamor hacedero,

Ya no crezca en tu sórdida filosofía.

Ya que hay cierta candidez,

en tus amantes lozanos,

que omiten al tocarte y besarte.

Suponiendo que encontraron

a su amor indómito;

al amor de sus inefables vidas.

Estúpidos descaminados idealistas.

 

JNR   

Entradas más populares de este blog

Poeta incierto

Mi llorar silencioso

Ángel caído

Incompetente

No me alcanza la vida

Una voz que se ilumina

Sombra de mi sombra

Ira absoluta

Hay libros

Silencio desaparecido