Despojo de recuerdos

Somos un despojo

de recuerdos constante,

atardeciendo en un paisaje

de imágenes que jamás suscitarán

de nuevo en la memoria fija.

Truenan y relampaguean

nuestras más brillantes ideas.

Quedando plasmadas

por un breve instante

en el horizonte llano y oscuro.

Somo luces que destellan

por un muy limitado instante

en la eterna oscuridad.

Energía acumulada, destinada

a volverse parte de la nada.

Inhalaciones y exhalaciones

que nunca más volveremos a tener.

Vivo ahora, estoy vivo, y escribo,

sobrevivo de muchas maneras.

Intento tallar la hoja en blanco

con ligeros esbozos de alientos

que brotan del ritmo más áspero

proveniente de mi corazón rancio.

Soy un instante de instantes

que catalogo como importantes.

Esa es mi más grande tristeza,

cuando muera,

no poder escribir más;

no ser nunca más.

No tener un cuerpo que alce

la pluma frente a la hoja

y desvivirme en un breve instante.

Se acabará todo eso.

Mi ritual escrito.

Mi vida en palabras finita.

Sin regreso, sin despedidas.

Me iré de esta vida escribiendo,

tal vez si tengo suerte,

me iré escribiendo

un punto final.

 

O tal vez tres…

 

JNR

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