Ya nada nos entretiene
Me siento un sol
anhelando
ser la luna.
Despojándome
de la calidez.
Apagándome
en embriaguez.
En
tu piel yacen depositados
mis
besos más tenues.
Se
armonizan los des tiempos
en
un ahogo de acordes desafinados.
El
telón se abre:
Solo
están mis huesos despostillados.
—Demasiado
tarde…
Susurran
entre el público.
El
tiempo nunca nos comprendió.
Nunca
nos dio tregua.
Solo
nos dejó pudriéndonos,
como
abono de desperdicios.
Cae la luna
y cae el sol…
Ya
nada te sostiene a mí.
Cae la tarde y junto con ella
cae la noche.
Ya
nada nos entretiene.
Caes
tú, ¿y yo?
¿Yo? Yo nací cayendo.
JNR