Desde que murió mamá

 

Desde que murió mamá, ya no sé como andar por la vida. Trato de sonreír, pero no se siente del todo como una sonrisa real, como si mi sonrisa la hubieran cambiado por otra; una más disimulada. De niño, mamá me decía qué comer, qué vestir, cómo comportarme. Siempre trataba de velar por mí, tratando de iluminar mi camino. Pero, esa luz se apagó. Ya no está, se esfumó de la nada. Lo sé, ya a una determinada edad, uno, ya se hace más independiente, pero al menos, siento yo, que esos consejos de mamás aun vivas: deben valer muchísimo. No sé cómo sería mi vida ahora si mamá no se hubiera muerto. No sé dónde estaría, ni con quiénes estaría o, si me dedicaría a otro oficio diferente. Nunca lo sabré. Lo que sí sé, es que me hace falta. Caminar sin su luz se ha vuelto cansado. Trato de darme a mí mismo luz. Pero veo tantas bifurcaciones, que me he vuelto inseguro. No sé en ocasiones qué dirección tomar. Debería tomar la que mi intuición me diga y, actuar. Y..., eso he hecho. Pero..., hay algo que no se siente bien. Es como si con su muerte, algo de mí también se hubiera muerto. Es como ir a todos lados con un hoyo en el pecho. Luego uno se olvida de que tiene un hoyo y se avienta. Y hay personas nuevas que te hacen olvidar que algo de ti esta muerto. Pero, solo es momentáneo. En ocasiones, siento que éste presente no me pertenece, como si mi presente fuera otro y lo estuviera viviendo tal vez otro yo, de otra realidad alterna. No lo sé, y nunca lo sabré, solo escribo cómo me siento. Estoy bien en verdad, ya hay mucha superación, pero sí me he percatado que hay mucha, muchísima soledad en mi vida. Se siente extraño que la causa por la que este vivo, esa persona que decidió tener un bebé y concebirlo, esa persona ya no exista. Ahora, solo son cenizas. Su rostro, sus manos, sus abrazos; ahora son un extraño polvo guardado en un nicho. Si me hubieran dicho que perdería la calidez de mi madre, no lo hubiera creído. Desde su muerte, el frío es constante. Sí, me entusiasmo, abrazo, pero algo no se siente bien. Extraño soñar con ella, en los sueños es el único medio por el cual ahora puedo contemplar por un breve momento a mi madre. Pero no se siente del todo ella. ¡Qué extraño se volvió todo en verdad, desde que murió mamá!

 

JNR

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