El becerro con sus lágrimas
El becerro con sus lágrimas
me disfraza de gato pardo
en el vaivén concebido
de múltiples y gratas marañas
que sustentan
un carnaval de suspiros.
Se asemejan las ovejas
como un viento torcido
oscureciendo las penas
que el pastor concede
con cada pecado fugaz
de ser irresistiblemente
carne de sanguinarios,
lobos hambrientos…
Las espinas de los nopales
hoy llevan mi carne que sangra.
La tierra se levanta
ante los mil muertos
del vendaval que enmudece
con cada alma que retorna.
¿Por qué gastarnos en caricias?
Si nuestras cenizas
no conocen de ventiscas…
JNR