Escribo

 

Escribo como quien tiene sed de saciar a su propio cuerpo. Escribo triste y melancólico. Escribo con la sonrisa y el gusto. Escribo desde la incertidumbre de si mañana seguiré vivo. Escribo a sabiendas que moriré un día, y en un momento determinado. Escribo con sangre en la mano y desde la soledad. Escribo sin amigos y sin amores. Escribo enamorado y con pareja. Escribo en un idioma que no elegí. Escribo desde mi mente, ella ya tiene las letras disponibles a que yo elija cuáles usar y en qué orden ejecutar. Escribo desde mi mundo personal. ¿Escribo para mí o para los demás? ¿Por qué escribo si no es para que alguien más me lea? ¿Y si escribiera para mí? Realmente para mí, no esperando felicitación o crítica, dándome mis propios elogios y premios. ¿Por qué escribir resulta un asombro para ser premiado? Son letras, son palabras nada más, son intenciones, son emociones; nada más. Son cantos escritos, y letras que gritan cantando. Escribo desde el cansancio de saber que no sé cuándo parará mi escritura. ¿Inspiración? Qué otra sino más bien escribir para inspirar, no para escribir, sino para vivir. Vivan, escriban o no escriban. Escribo vivo y para la vida desde mi vida. Escribo a sabiendas que nadie me leerá. Leo mis letras como resultado de satisfacción de hallarme humano. Soy un humano que escribe, no para ganarme la vida, ya gané con el hecho de hallarme vivo. La vida no me debe nada ni yo a ella. Escribo sin esperar nada a cambio, porque yo no quiero que me lean a sabiendas que lo hago para que me conozcan, por favor, no hay nada qué descubrir en mis letras, soy tú leyéndome, y tú eres yo escribiendo. Somos todos escritores escribamos o no, hay quien escribe mientras habla, hay quien calla y escribe así: callando. El silencio también es escritura y música al mismo tiempo. ¿Qué sería de la música sin los silencios? ¿Qué sería de mis letras si algún día dejo de escribir?

 

JNR

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