No me desalientes
No me desalientes
porque es bien sabido:
¡que soy un desquebrajado!
No me desalientes
por favor, te lo imploro;
ya que soy de esos…,
de los que se desaniman
con entusiasmo y con decoro.
¡Por favor!
No me hables torpemente;
que saldré huyendo.
No titubees, ni balbucees,
ya que me habré ido
junto con el viento.
No te acerques,
si solo piensas en consecuencias.
No te alejes,
si especulas sostener mi mano.
Ya no pienses
y bésame la boca.
Trátame bonito
que lo mío es serio
y no un simple jueguito.
Y disculpa,
si me leo muy insistente
y, un tanto insolente.
¡Pero te lo ruego!
No me desalientes.
JNR