Estorbología
Se desplazan los sentimientos en una sola
hoja de papel que no prosperará, indignante, áspera, sentimentalismo vil. Se
han corrompido en mí las normas educadas de convivencia en cuanto a denotar mi
servilismo de manera sonriente. El cansancio impera en todo mi cuerpo de un
ente joven. Cansancio de hablar, cansado de anhelar y de perseguir lo que todos
persiguen. Es nulo en mí el sentimiento de aspirar a la originalidad al ser
diferente a los demás. Lo único que me une a los demás es el hartazgo de saber
que existen entes demasiado ignorantes que se complacen con una vida material y
llena de poses y deudas. Cuando llegué al mundo, ya todo estaba hecho, no he
aportado nada nuevo a lo que ya se conoce. Simplemente me siento un creador de
disgustos constante en el vaivén de soportar al otro en su narcisismo despiadado.
Me siento un recuerdo olvidado que camina entre pupilas distantes. Sometido a
querer comunicarme con el otro en mi simulado desprecio de tener que convivir
en una sociedad de códigos adaptados de sociabilidad. Buenas tardes, buen día,
excelente tarde… Los que venden no crearon el producto, y los que lo consumen
no saben nada acerca de lo que se consume más que una vaga experiencia
proporcionada por los débiles sentidos que damos por hechos facticos dentro de cada
subjetividad individual. Necesito ropa, oh no, solo venden prendas que porta el
idiota de la imagen que posa fuera de la tienda departamental. No luciré como
él, más que solo en mi imaginación…, es un sentimiento de culpa y de deseo de
pertenecer a una aprobación vacía que crea la vox populi. Me siento un
extranjero o un marciano no adecuado a las normas de ser en el mundo y en sus
normas de convivencia, moduladas y tan llenas de aprobación y desaprobación.
¿Por qué cantamos? ¿Por qué bailamos? ¿Por qué tengo que salir a beber alcohol
para sentirme relajado y salir del estrés laboral que me somete de lunes a
viernes? ¿Por qué la sociedad me provoca estrés? Y, al mismo tiempo, me da las
opciones para quitarme mi fatiga mental con sustancias que dañaran mi cuerpo a
futuro. Ya nada de lo que solía ser más accesible ahora lo es. Entro a la
librería, y ya no me alcanza para el libro que deseo. Necesito trabajar más,
ahorrar más, ser más productivo para poder comprar el objeto que ha subido
desmedidamente de precio. Ya todo es exceso, y yo me siento tan cansado, que
dejo que los que tienen las posibilidades, se compren los libros que deseo con mínimo
esfuerzo. ¿Esto es la vida? Religión, sexo, poder, política, dinero y trabajo,
dinero y trabajo, dinero y trabajo… Tener, gastar, ahorrar, gastar, volver a
tener: Irse sin nada al mundo de la muerte. Ni siquiera podremos recordar el
placer de tener cosas porque estaremos muertos. Tienes que ser, necesito ser,
¿y si no soy? Eres un estorbo para el mundo. Debería haber una licenciatura
llamada: Estorbología. Tal vez, y solo tal vez pueda crear nuevas maneras de
estorbar al mundo y al final realizar un doctorado en cansancio. ¿Por qué
necesitamos del otro? ¿Uno no podría hacer su propia investigación y asumir que
ya es licenciado o doctor? Esto sería un mundo del caos, ¿pero y si ya lo es?
Es un falso orden en el caos que cada vez es más aparente… Quien sabe, no quiere
estar en el ojo público, y quien cree saber, ruega por nuestra atención todo el
tiempo. ¿Dónde ha quedado nuestra humanidad? Respuesta: Publicada en una red social. ¿Quiénes
seríamos en un mundo sin electricidad?
JNR