Ya nadie atiende
Expuesto en la oscuridad
siento
un vacío que explota.
Estridencia
sorda que golpea.
Golpe
definitivo en la claridad.
Soy
testigo de lo que se va.
Soy
ciego de lo que se queda.
¿Qué
es la vida?
Sino plena
luz que se apaga.
Mi
cansancio es furtivo.
Mis
manos se agotan.
Mi
mente yace expuesta.
Mi
respiración ya no alivia.
¿Quién
vine a ser a este mundo?
¿Y por
qué lo he permitido?
Antes
de volverme polvo,
desearía
ser el viento
que se
estanca y viaja.
Azotar
en tu rostro
de
manera fugaz y fresca.
El
sonido de mi pulso
se va
haciendo débil.
Un
poco lento…
No
somos nada,
más que
un cuerpo
tendido
en un hospital
que ya
nadie atiende.
JNR