Obsesión
Se vislumbran a distancia
los
recuerdos de grandes
y
muy desvividas marchas.
Ya
no soy la carne muerta.
Soy
las plantas y semillas
que
cultivo entre sol y agua.
Aspiro
a la longevidad
respirando
la brisa nocturna.
Enterrando
mis pies descalzos
sobre
la tierra y pisando
el
cálido y frío asfalto.
Soy
el tomate y el nopal crudo.
Camino
lento y sin preocupación
en
un mundo lleno de obsesión.
Obsesión
por tener,
obsesión
por llegar,
obsesión
por terminar,
obsesión
por volver a empezar.
Soy
la piedra y soy el río.
Soy
el lago que vuelve
a
la dichosa calma.
Mi
única crisis será
cuando
no sea feliz
estando
vivo y viviendo
en
este mundo de perdidas
y
muy desorientadas almas.
JNR