Olvidada soledad

Soledad reencontrada

entre ramos que fui cosechando.

La ventisca ya no trae tu recuerdo.

Soy uno con mi soledad.

Me siento suelto en un vacío

cayendo sin saber cuándo

tocaré el fondo de lo antes vivido.

Las rocas de gran filo me esperan.

El oleaje lleva cierto odio.

La oscuridad conserva tu ausencia.

La caída lleva mi nombre.

El olvido lleva el tuyo.

El dolor lo llevaré siempre

con cada recuerdo,

con cada membranza

y con cada añoranza

de no saber de ti nada más.

Siempre fueron máscaras

las que tú mediste.

Mientras yo te daba el corazón.

Un corazón que saboreaste,

manipulaste y lo desangraste

a tu antojo y con tanta malicia.

Nunca sospeché de tus deseos.

Ahora caigo mientras te miro

en la superficie del pozo.

Sonríes sobre mis pupilas

que están roídas en llanto.

Un llanto de lamentos,

y un llanto de reencuentro.

En reencuentro y en caída

con mi olvidada soledad.

Entradas más populares de este blog

Poeta incierto

Mi llorar silencioso

Ángel caído

Silencio desaparecido

Incompetente

No me alcanza la vida

Una voz que se ilumina

Ira absoluta

Hay libros

Soy autista