Eterno ausente
Me siento ausente
en la
apacibilidad de contemplarte.
Me
siento ausente
en la
arquetípica forma
de
apreciar lo que todos aprecian.
Ausente
de superficialidad.
Ausencia
de máscaras.
Me
siento ausente
en la
competencia del éxito.
Ausente
de querer ganar.
Renuente
de lo común:
De la
plática trivial.
De la
angustiosa pérdida
de la
belleza “eterna”.
Ausente
de querer lucir
siempre
joven y normal.
Ausente
de amor común.
Me
siento ausente
de
hacer lo que todos hacen.
De
cumplir mi rol en la sociedad.
Tengo
ausencia de saciedad.
Tengo
ausencia de apreciar.
Tengo
ausencia de idolatrar.
Me
estoy volviendo ausente
en un
mundo participativo.
En un
mundo de falsas sonrisas.
En un
mundo de falsos tratos.
Ausencia
de hipocresía.
Ausencia
de pretender.
¡Qué
gran alivio convertirme!
En ese
eterno ausente…