Fe redimida
Iniciación desquiciada.
Blanca eternidad desvalijada.
Desfibrilación de lo
auténtico.
Mis palabras cantan.
Mis latidos crujen.
Rara y sumisa,
mi religión enfatiza.
Lúgubres son mis rezos.
Diáfanos son mis
azotes.
Mi iniciación se
acerca.
Mi virginidad me
despoja.
Frailes sedientos de
carne.
Mis lágrimas se vuelven benditas.
Penetración forzada
entre muros santificados.
Los crucifijos
tiemblan.
Los rosarios están
ocultos.
La santidad me alcanza.
El valle de lo eterno
se ausenta.
No hay trascendencia.
No hay benevolencia.
Solo un Dios que mira.
Solo un demonio que
atestigua.
La sangre me pontifica.
Mi cuerpo sobra.
Sombra expuesta del
pecado.
Expiación consumida.
Ya no hay sufrimiento.
Solamente queda;
mi solemne y fortuita,
Fe redimida.