Santidad
Santo es el velo de mi devoción.
Oh,
Santo el resplandor
que
respalda tu asunción.
Santo
en las alturas, oh, mi Señor.
Perdona
mis pecados, Dios.
Santa
es tu palabra,
como
santos son mis delirios.
¿Dónde
estás, Señor mío?
Me
deleitas en silencios.
En
la soledad perpetuas
tu
magnificencia de alivio.
Salva
a mi madre, oh, Padre.
Tenas
es tu ambición de lo divino.
Nacientes
son mis plegarias.
Santo
eres, y santo es tu rocío.
El
fruto prohibido de olvidarte.
La
nula empatía de negarte.
Caen
mis ruegos, cae mi sed.
Testigo
de mis actos y mi ser.
Cae
la noche, surge el pecado.
No
puedo evitarlo, soy el reproche.
Pero
santa es la tentación.
Santísima es la estela,
con tus vinos y tus albores.
¡Oh,
Santo es el velo!
Bendita tu rencarnación.
El
velo se ha desgarrado.
La bendición me espera.
¡Anhelo mi salvación!