Arrebato
Arrebato punzante
de espina,
destilación
egoísta, es mi voz escrita,
más espasmos
de soledad murmurando,
asechando
debajo de la neblina fina.
Los
pétalos caen lentamente,
rojizos,
arrugados, con incisivas espinas.
Caen
junto con el llanto de la epifanía,
de aquel
triste recuerdo infame.
¡Qué
agonía, qué distanciados!
Distanciados
de nosotros mismos,
de la
locura y la alegría de sentir la vida.
¡Qué
espanto y qué consuelo!
Revestimiento
sombrío
acecha mi
espalda roída,
expuesta,
cansada…
La
soledad es mi arma,
un arma
que hiere y cura.
Saboreo
mi calma oscura
frente a
la desesperación deprisa.
Mi
ternura palpa su extinción absoluta.
Caerá el
telón entre direcciones y rutas,
y con el
viento cargado de sonrisas.
Caerá
sobre un futuro certero,
lleno de
ausentes suspiros míos.
Caerá la
espina punzante,
y
reinarán mis latidos mudos.