Hace hambre

Angustia y horror.

Banalidades en tensión,

solapas de paja y costumbres

enmudecen los pies del campo

entre las milpas y los pájaros al aire

revoloteando sobre gotas de lágrimas negras

la tensión y el dolor.

 

Saltan a la vista los dolores

de pueblos que cosechan sueños

ante la rabia de los grandes intereses

de creces ante el robo de tierras y peces.

 

La angustia tiene hambre

de justicia en todas sus tonalidades,

enmudecen frente a la desolación

que muerde, que da frío, que embrutece.

 

Somos el petate, somos el cacao quieto

rompiendo la tierra para que suenen

los gritos que no han podido callar

frente a sus oídos sordos temblará la tierra.

 

Frente a sus ojos ciegos

nuestras sandalias bailaran…

Frente a la cascada vieja

nuestro corazón ha de palpitar.

 

Ya no embrutece su avaricia,

ya no resuena el enjambre,

ya no tizna su indiferencia,

ya sólo se vive de certezas…

La tierra es nuestra junto con el hambre. 

J. N. R.

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