Existe
Rescata al ser melancólico,
al audaz impertinente. Siembra
y fija la palabra de luz latente.
Detén al ritmo que ríe, calla.
Sedienta lumbre que despide
a un viento que sube, baja,
y arremete en destellos: baila.
Es la danza la que arremete.
Basta un suspiro fuerte
que lleve agua a tu nombre.
Corresponde al cobarde
llamarle simplemente hombre.
No mires, no voltees…
que la luna ya no tiene cara.
Esta triste, esta vacía.
Ya no ríe, ya no siente.
Cae, cae, cae la muerte.
Ella comprende, me respalda
sobre el campo verde,
me sostiene la ancha espalda.
Ya no llores, ya no pienses.
Mejor reza a mi ausencia
que ya no sufre, ya no crepita.
Calla, mira, ya no vislumbres.
Es tiempo de ir al bosque
y desplazar mis cenizas.
Olvida mi voz que ya no vive.
Ríe, danza, grita, ¡existe!
