Pequeña disertación

Hoy me dijeron que la memoria era lo más vital en la vida. Me comentaron que los pájaros no vuelan por mera apariencia sino por necesidad. Necesidad y memoria, fue lo que mi cerebro asimiló. ¿Quién soy yo sin mi querida memoria? ¿Quién soy yo sin mi apariencia superficial? El desgarre de mi yo comenzaría: Y cuando el yo se rasga, tengo pánico de no saber quién soy debajo de la máscara. Sin mis más íntimos y queridos recuerdos, ¿cómo me desenvolvería? ¿Por qué nos marcan las vivencias del pasado de manera tan directa e indirecta? ¿Cómo podría tan siquiera desenvolver mi pensamiento si olvidara el lenguaje con que desfilo en mis ideas o voz interna? ¿Qué sería de mí si obedezco a todos los impulsos en las conocidas sensaciones sin aplicar las reglas sociales? Las sociedades nos proporcionan las máscaras, cuando nadie nos ve somos otras personas, hablamos distinto a como hablaríamos para una entrevista de trabajo. ¿Por qué fingir quienes somos es aceptado socialmente? ¿Cómo sabría que soy yo si olvidara mis nombres y apellidos? ¿Cómo amaría o reconocería si he olvidado los rostros de mis seres queridos? ¿Si mi memoria empezara a fallar, las cosas o el mundo sería nuevo para mí? ¿Sería un espectáculo ver mi rostro en un espejo sin recordarlo literalmente? Prefiero no pensar en ambos asuntos y desenvolverme en mi burbuja rutinaria. Si no lo pienso no permanece y sencillamente no me menoscaba. Pero si ignoro ambos temas, ¿realmente desaparecerán de mi memoria y no serán percibidos por mi máscara sonriente? A veces sólo quisiera ser un ave y volar por necesidad sin indagar en la memoria para saber cómo diablos es que se debe volar…

J. N. R.

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