Un rostro
Un resguardo de
prioridades,
un jarrón blanco
desfigurado.
Acertados fueron mis impulsos,
arrastrados y mal economizados.
Brisa que pulula
al rostro,
un rostro pálido, difuminado.
Mi garganta se tiñe de negro.
Mis gritos se alojan en desconsuelo.
La montaña suplica
al viento
un canto raquítico expandido
sobre las lunas de júpiter
que anhelan alojarse en lo oscuro.
Tierno y seguro
fue tu decoro.
Un coro de sangre se expande
sobre gastados anillos de oro.
Es roja y brillante mi intoxicación.
Se blande la gran
espada de plata
sobre mi corazón púrpura,
los brillos se resguardan dentro.
Siento que las nubes ya no hablan.
Brinca, corazón,
brinca.
Mi pecho ya no aguanta,
Se resguarda, se esparce.
Mi luz quiere apagarse.
Mi adiós es un
rostro,
un jarrón blanco desfigurado
en un eterno y oscuro Cosmos.
Acertados fueron mis impulsos,
arrastrados y mal economizados.
un rostro pálido, difuminado.
Mi garganta se tiñe de negro.
Mis gritos se alojan en desconsuelo.
un canto raquítico expandido
sobre las lunas de júpiter
que anhelan alojarse en lo oscuro.
Un coro de sangre se expande
sobre gastados anillos de oro.
Es roja y brillante mi intoxicación.
sobre mi corazón púrpura,
los brillos se resguardan dentro.
Siento que las nubes ya no hablan.
Mi pecho ya no aguanta,
Se resguarda, se esparce.
Mi luz quiere apagarse.
un jarrón blanco desfigurado
en un eterno y oscuro Cosmos.
J.
N. R.


