Clemente océano

Clemente océano
que en tu sueño tropieza
un baile íntimo de cólera.
Se enciende una reminiscencia
adentro de mi boca áspera.
Un estruendo vano
se descarga sobre mi estirpe. 
Es como si mis pensamientos
me crucificaran castamente.
El síntoma me hace repugnar
a las personas más afables,
a las más cándidas,
a las más determinadas.
Crece mi rabia más ignota.
No tiene origen, es contingente.
El fuego vulgariza mi alma quieta.
No me siento apto para la sombra.
Los rostros se vuelven máscaras,
las palabras se vuelven frívolas.
Dentro crece un abismo apático.
Cualquier risa ajena
es como un dardo
sobre mi ego enamorado.
Crece la herida
bajo la clemente sangre.
Con cada respiro forzado
me voy vaciando de palabras.
El silencio está por borrar mi nombre.
Me ahogo y doy mi último respiro
dentro de este cruel clemente océano.
J. N. R.


Entradas populares