Conejo blanco
El conejo blanco cerró la bragueta de sus pantalones tras agitar su miembro frente al escusado sucio en aquella cantina de mala muerte. Salió tambaleante por las puertas de madera, se ajustó su gran gabardina de color azul marino, notó que había unas cervezas frías en una mesa abandonada y las empacó en los grandes bolsos internos de su gabardina vieja. Llegó a su departamento como pudo, tras vomitar de manera breve en un par de postes de luz en la calle oscura. Colocó su botín etílico en la mesa rota de su pequeña sala, se despojó de sus ropas para quedar postrado en calzoncillos en su desgarrado sillón negro. Frente a él, se encontraba una televisión un tanto arcaica, tenía que pegarle a su control remoto para que pudiera cambiar a la opción DVD, puso el disco que yacía siempre puesto y que le gustaba mirar mientras tomaba sus últimas cervezas del día. Le gustaba ver conciertos de rock de bandas de los 80´s. Sonreía con aquella risita extraña mientras destapaba las cervezas con s