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Mostrando las entradas de diciembre, 2020

Dulce penetración textual

Camino en un laberinto de sospechas disfrazado en palabras. Palabras simples, palabras bonitas. Me he vuelto testigo de mi ausencia. Palabras huecas, palabras vacías. El vaivén de la desnudez literaria. Beso a beso, palabra por palabra. Dulce penetración textual. Semilla que justifica mi boca. Delirio de letras retumban en una nostálgica orquesta. Vacío un corazón en tinieblas y ahogo mis penas en tinta. Palabras húmedas, palabras escritas. Divina soledad bésame a palabras.   JNR  

Mala interpretación

En una extraña mañana de un raro día, Ramón se ha despertado con la noción de que sigue dormido. Su cuerpo aun esta recostado. A un lado, yace su esposa Leticia, que de igual modo se encuentra profundamente dormida. La somnolienta atmósfera está acompañada de varios ronquidos, sonidos y, gases flatulentos de parte de ambos. «Qué linda pareja hacemos» piensa Ramón al contemplarse fuera de su cuerpo. Se encuentra en un estado de asombro aparentemente permanente. Se pregunta si podrá realizar todo lo que sus pensamientos están imaginando con tanta euforia. «¿Podré volar?» se cuestiona mientras abre las ventanas que da al pequeño balcón de su habitación. Afuera, el mundo ha comenzado su rutina. Los automóviles circulan y los peatones deambulan en su clásico caminar de prisa. Ramón piensa que de no poder cometer el acto de volar, caerá al pavimento y así podrá despertar de un buen susto en su apacible cama. Se postra tambaleante en el no muy ancho barandal y cuenta hasta tres para lanzars

Muerte

Me siento un desastre de palabras. Soy un mal actor de mí mismo. Me desnudo en tinieblas y me visto para la muerte. Es el tiempo que ahoga mis latidos. Me convierto en árbol caído a quien su caída nunca fue acogida. Ven muerte pero cierra tus ojos para darte un abrazo fuerte. Sentirte pero sin verte. Respirarte pero sin olerte. Es tuya la mentira y es mi amor a la vida algo que jamás sería. La vida me coge siempre, es tiempo de hablarle. Y así contarle… Que cuando venga será una ida sin quejas. Ven, pero tárdate. Ven, pero no me digas que eres tú. Mátame a sorbos breves. Búscame con la intención de no encontrarme. Pretende que has olvidado ya mi rostro. Ven, y cuando vengas. Tomémonos un café que dure toda la vida. Ya sabrás que no te quiero, pero anhelo tu compañía. Me siento solo y huelo a muerte. Te escucho en todas partes. La vida se me escapa. Ven muerte. JNR

Corazón textual

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Palabras que crean. Palabras que inventan. Palabras que pintan montañas en miradas acaudaladas. Escritura de la tierra, escritura dominante. Llovizna de palabras en una orquesta invisible. Naturaleza viva en letras indefinibles. Hay un baile de colores de frutos con sabores. Semillas de poemas, cultivo divino. Suspiro y canto: Letras, vida y poesía. Narrativa de tambores. Cuentos resonantes. Sonando, vibrando, callando. Nadie es testigo, solo tú misma. Te compones en palabras, te disuelves en autores. Cántaro de letras embriagas mis sentidos enalteces mis rencores. Con cuerdas, tambores   retumbo en ilusiones. Viento musical que viola mis oídos. No pares nunca de tocar, de cantar, escribir y soñar. Tú…, rojo y palpitante corazón salvaje: Mi corazón textual. JNR  

Cordura mía

Mi sombra quiere escribir, pero el abandono de la creatividad no la deja. Me siento aislado en una caverna por la felicidad ajena. Abandonado, cual perro. Debe existir un pacto de horarios entre mis ideas y la escritura. Escribo, escribo; pero, no sale nada. Solo palabras al viento que se estrellan como sombras al papel. Hablo sin pensar y, pienso sin hablar. La silueta de la pluma sostenida por mi mano baila al ritmo del silencio. Me abruma una sensación de vacío. Ya no hay latidos en mi pecho, solo un hueco relleno de pequeños susurros de aire polvoriento. Se han vuelto a abrir las cicatrices gracias a la soledad, pero ya no sale líquido alguno. Solo brotan ligeros hilos de humo de aquellos cigarrillos fundados en la adolescencia. Quiero llorar, pero mis ojos se han vuelto un desierto que entierra cada residuo de amor por la vida. La sombra de mi mano escribiendo pareciera que ejecuta ideas y letras más interesantes que el pedazo de carne que realmente las ejecuta. Me he pe

Ignorado

Hay personas. Personas que buscan, personas que necesitan. Quieren ser abrazadas, quieren ser queridas, quieren ser mimadas, quieren ser amadas. Todo quieren pero no dan nada. Personas mudas que me miran sigilosas y a la distancia, la dulce soledad desaparecida. Me ilusionan me abandonan. Me he vuelto una incomodidad que buscan y a toda costa ignorar. Ya no quiero falsos saludos Mi soledad grita: ¡Lárguense, lárguense…! JNR  

¿De verdad quieres vivir en un mundo sin Coca-Cola?

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Letras tomadas de la serie  Breaking Bad  en un intento por arremeter a la mente y, a la condición humana en plena modernidad social. Dicha pregunta pronunciada por el personaje principal, amerita un poco el rondar la mirada y el pensamiento en referencia a dicho cuestionamiento existencial. Vaya que, tal pregunta arremete si se entiende el contexto de cómo se da la pregunta, ya que, el personaje se ha vuelto una figura importante dentro del círculo de los cárteles de la droga en su espacio-temporal de ficción. Es un sujeto que entiende los procesos químicos como la palma de su mano. Conoce los riesgos que implica su elaboración. Cataloga un producto puro en su consumo y predilección para sus consumidores. El dilema surge, cuando suscita la competencia de su producto. Otras personas queriendo imitar su producto original, y, al no tener conocimiento de ello, brota una mala imitación al producto a copiar para su amplio consumo. Esto, remonta a lo paradójico que pueden resultar el que e

Sueños

Me creo en sueños y en sueños vuelo bajito. Son mis sueños los que me hacen soñar a paso chiquito. Precisos son mis sueños "absurdos" en una absurda realidad imprecisa. Llegué a este mundo soñando para que el sueño de la muerte me retire de la vida así, a sueños, volando. Pero qué necedad del mundo, qué afán de enfermar lo más preciado, mis íntimos tesoros: Mis sueños. Es como si mi familia y las patéticas sociedades; devaluaran de manera natural cada uno de mis sueños. ¡Al diablo, al diablo! ¡Que se jodan! ¡Qué mal, qué angustia! Esa manera de darle poder a los demás. ¿Por qué dejar? ¿Por qué aguantar? Esos actos y esas acciones de dejar que los sueños se disuelvan en opiniones. La humanidad está enferma, sí...,  está podrida, roída,  violada, segada y medicada. Los humanos ya no sueñan, los humanos obedecen. Sueño que despierten. Sueño para que sueñen. Me he dado cuenta de algo, que los sueños; se

Cigarrito

No te acabes nunca cigarrito que la luna es momentánea. Burbujas de humo salpican la ventana. Embriagas mis labios en nicotina, y con cada sorbo de melancolía vuelves rito mi entierro de cenizas en agonía. ¡Pero qué ansias, pero qué ganas! Sentimiento profano, respiración ostentosa y horrorosa. Últimos pestañeos en la neblina tóxica del tabaco. Ronroneos de pulmones negros. Muerte fría y decorosa. Me disuelvo en humo finito. No olvides que en la mano porté siempre con orgullo, mi fiel y amado cigarrito. JNR

Bruja

Danza macabra luces de neón arremeten tu aura. Desecho de pociones. Sombras de ilusiones. Un caldero salpicado de maleficio. Humo a base de sangre. Quieta está la luna brillante. Sentencia maldita, cola de rata, cuernos de cabra. Esta noche el cielo sangra pero  por fin, termina tu venganza. JNR

Comienzo

Comienzo a olvidar tu nombre. Ya no hay rostro solo olores. Me ahogo en la mala memoria. Hoy guardo las sonrisas. Camino sigiloso, camino sin colores.  Qué desfachatez la de recordarte cuando con cada palabra insisto y perjuro en olvidarte. Amargos sabores. Me declaro vencedor así, sin victoria, sin rencores. JNR

Silbido de locura

Un estallido deambula por mi cabeza. Ya no hay recesos de silencio. El sonido del caos hace su nido en mis ideas insensatas. Un serrucho carcome los últimos vestigios de serenidad que aún suscitan en la aparente quietud de mis labios. Un taladro invisible esparce los restos de cordura por toda la almohada. Vago, doy vueltas en círculos en la confinada habitación. Sospecho que los susurros de mi mente son provistos por una voz maligna que se divierte con mi locura. Hay de mí, cuánto medicamento más necesito para sanar mi nula normalidad. Un eco en las cuatro paredes blancas rebota en múltiples ocasiones. Es el sonido del aquelarre de los demás pacientes que añoran su estabilidad emocional. Nadie viene a visitarme, nadie. De un momento a otro desaparecemos de la faz de la tierra para todo el mundo. Más bien, nunca he existido para el mundo. Soy una cifra numérica entre una bastedad de cifras más. No…, no, no puede ser, debí aguantar un poco más en la normalidad colectiva. Vuelvo a sangra