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Mostrando las entradas de febrero, 2022

¿A dónde te has ido corazón?

¿A dónde te has ido corazón? Aún escucho tu retumbar… Un pulso tenue pero que palpita en este pecho que aun respira.   Me siento viejo estando joven. Mis ánimos se van difuminando. El desquicio de mis palabras aún sostienen incertidumbres.   ¡Hay cuerpo mío! ¿Por qué te vas cansando? Si estamos a medio camino. La carrera continúa presente y, sin piedad, avanza el hastío.   Camina corazón, vuelve a vibrar en tu canto. Sofoca a las heridas que todavía sangran de alivio.   Llora corazón, llora… desahógate en mis manos que me sirven de resguardo en la finitud de tus venas rotas.   Ya no respondes corazón… te has rendido finalmente. Yo seguiré el camino que ambos empezamos.   Amaré sin corazón… pero por Dios que seguiré caminando. Amando, sí…, pero, con mi pecho hueco para cuando llegue la hora de irme más muerto que nunca. Dando pasos sin ritmo y con la ilusión de que vuelvas a latir con fuerza algún día. Mie

Vegetación furtiva

Me prometieron un desierto gris y me entregaron un jardín de flores. Basto y descarado; pero, “feliz”. Desolado y un tanto descolorido. Lleno de rosas con espinas   y rodeado de vegetación furtiva. Hay gatos y abejas en verbenas. Me otorgaron una máscara colorida. ¿A dónde se han ido mis más débiles y ensangrentadas rarezas? El viento está soplando y mis inquietudes ascienden. El escenario es el mismo por doquier. Es como un no avanzar en el avanzar. Sonrisa, gesto… el mismo diálogo disperso. Se abren y se cierran puertas. Pero conducen a lo cotidiano. Sí, hay salidas, pero rebozan en la enredosa maleza. Recorro mis más íntimos reflejos. Y son distintos, pero en ellos siempre se refleja un Yo distante. Un Yo que se desvive por ser y no ser, pero termina por ser el mismo: Un Yo… ¿Estoy desposeído? ¿Vivo estando muerto? O… ¿Muero estando dormido?   JNR

Ya no tardes

Me ataña nuestro vacío   tras las huellas de caricias en la intensa lejanía sobre manos orquestadas brotando de notas que agonizan.     Soy como el niño conmovido, alebrestado por el deseo de recorrer la juguetería entera. Y no es que cuando piense en ti, lo asimile como a un juego o a un objeto para el juego. Sino más bien, esa ilusión… de zacear mi afán más grande de querer estar contigo.   ¿Quiénes somos cuando no estamos juntos? ¿En quién me convierto en esas tantas despedidas mías?   Los floreros están vacíos, envueltos en polvo terroso. Cae la tarde y tu nombre se torna cada vez más borroso.   Soledad mía y extrañeza perdida. Ven cariño, ya no tardes. Ya que se me escapa la vida.   JNR

No hay de otra

  No hay de otra, más que aferrarse a las palabras. Tomarlas, firmemente; como si pretendieran escaparse. No hay de otra, más que amar a la literatura de manera rebelde y fielmente. No hay otra salida, más la de ser intenso en la escritura. No queda de otra, más que leer sin envolturas. Y me refiero   a devorar como un hambriento a la bendita lectura. Hacerla intrusa, y musa en cada rincón del pecho inhalándola y exhalándola de manera brusca. Sufrir y vivir en letras como quien se despide hablando. Deberíamos irnos así de este mundo hecho de intrigas, escribiendo y sin mentiras.   Escoger nuestras palabras predilectas. Y usarlas como balas selectas. Un tanto estratégicas y benditas. A la hora de ejecutarlas y revivirlas. ¿Qué sería de los poetas? Si no ardieran con sus palabras. El paraíso no esta predispuesto si eliges la escritura como fama. Escribe, borra, lee, vuelve a escribir. Que con cada frase y palabras sea un r

Ríndete

Ríndete corazón ante el velo de la angustia. Esos labios te aman, así que, ríndete sin demoras. Ríndete ante su belleza que es clara y sin demoras. Ríndete frente a sus caricias que son bastas e inocuas. Son amplios los suspiros que su piel provoca. Son largas las miradas que retumban mis sentidos. Ríndete alma mía y mantén a la duda en lejanía frente a la helada tiranía de un corazón roto en agonía. Y es que son profundos los temblores que de sus besos reclaman. Dulce y delicado rubor brota de sus mejillas incautas. Ríndete templanza mía. Ya que ante la penetración tardía el amor nos terminará rindiendo en una clara y peligrosa poesía. Ríndete con cortesía, más día a día, no olvides esta valentía, que ruge como máquina ante su presencia que respira. Ríndete para que seamos dos los eternos vencidos: enamorados y rendidos.   JNR

Mírenme

El niño llora pero el pájaro canta. Las lágrimas se riegan pero los árboles se ensanchan. La pobreza se acota y lo material ya no importa. Cuánta hipocresía se evita cuando uno no quiere nada. El dinero se quiere cuando lo que importa es el otro. Yo aguanto hambre y sed. Pero primero que el otro se atienda. El no querer achica al Yo. Pase usted, adelante… que la prisa ya no me es desafiante. Donde me miren, ya no importa. Mírenme desde arriba para abajo, pero mírenme. Mírenme desde su vida de lujos tan llena de altibajos. Yo no pretendo ser mejor siendo más feliz sin hartazgos. No soy mejor por no aspirar a tenerlo todo. Quiero actuar como todos pero mi pensar reluce un tanto distinto. No es que piense mejor que ustedes, ni que soy más por pensar demás o diferente. Solamente, soy, y dialogo desde distintos escenarios a través del tiempo y desde el corazón. No pretendo elogiar mis fracasos. No pretendo pretender m

Vivan, vivan, vivan

¡Qué desolada se ha vuelto   mi absurda felicidad! Ya que solo me satisface; el simple hecho de saber que les sigue abrumando mi llana existencia. En sus falsas sonrisas; cargan un odio disimulado del que nunca han contado y en efecto, es que nunca me han superado. Saber que sigo existiendo siempre les ha acongojado. Hay algo extraño en sus máscaras que han pintado; ese eterno final feliz que se empeñan en presumir pero que en realidad tienen fosas por debajo; y es que mi nombre   les carcome  y les ha de consumir. Pero suspiran hondo y suben nuevas fotografías, ilusionándose. Todos les aplauden, les aceptan (falsamente) con mediocres fanfarrias.   Pero al final yo me río. Ustedes, optaron por adoptar dulces apariencias que nunca dejaran de perseguir. Y es que a ustedes les urge mostrar un papel que les diga lo que pueden hacer y falsamente conseguir. Pero a por ello, campeones universitarios. Vivan, vivan, vivan

No me desalientes

No me desalientes porque es bien sabido: ¡que soy un desquebrajado! No me desalientes por favor, te lo imploro; ya que soy de esos…, de los que se desaniman con entusiasmo y con decoro. ¡Por favor! No me hables torpemente; que saldré huyendo. No titubees, ni balbucees, ya que me habré ido junto con el viento. No te acerques, si solo piensas en consecuencias. No te alejes, si especulas sostener mi mano. Ya no pienses y bésame la boca. Trátame bonito que lo mío es serio y no un simple jueguito. Y disculpa, si me leo muy insistente y, un tanto insolente. ¡Pero te lo ruego! No me desalientes.   JNR

Mi espalda sangra

¿En qué momento? Mi vida se convirtió en un descaro y en un ascenso de inseguridades funestas. ¡Qué escandalosos se han vuelto los murmullos! La indecisión se ha vuelto mi segunda lengua, a un mundo que ha dejado de tomarme enserio. Lloro, y la gente ríe. Río, y la gente llora. ¡Qué fácil se ha vuelto despedirse de mí ahora! Si pudiera verme la espalda, vería las múltiples dagas; clavadas de manera agria. ¡Quién diría! ¡Que la distancia sería una terrible arma! Ya solo voltean a verme para confirmar a mi ausente alma. ¡Hoy mi nombre se sigue escuchando, pero mi espalda sangra!   JNR