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Mostrando las entradas de abril, 2021

Crecen mis plantitas

Crecen mis plantitas en un descuido de suspiro. El viento esparce su aroma entre cantos y danzas que nunca nadie ha percibido.   Son contados los vientos a modo de susurros. Mis plantitas crecen grandes y sin apuros.   Crece el viento en sus ramas donde se resguardan aves e insectos que con la lluvia se desparraman.   Crecen las gotas en su tallos. Mis plantitas brillan entre el calor del sol y mis más sinceros fallos.   Nula atención prestada. Mis plantitas crecen entre olvidos y descuidos. No reparan en berrinches, solo bailan entre silbidos. Crecen fuertes, grandes y entre suspiros.   Aprecio su fuerte verde y sus claras ramas que no dependen de un cariño mío. Yo las contemplo y ellas crecen.   Altas, verdes crecen mis plantitas. Y entre todo este vaivén, ellas me preguntan: ¿Y tú? ¿Por qué no creces?   JNR

Vagabundo

Sí, es cierto cuando hablan  de un corazón roto . Siento los pedazos en su filo enterrándose bajo mi pecho. ¡Qué muerto me siento! Y es que de qué le sirve al mundo un suicida. Un suicida que no se suicida. Mis tres intentos de suicidio han sido por amor. Es donde más pasión entrego. Pero no me atrevo. Hay parejas que se golpean, se insultan y regresan de nuevo. ¿Y a mí? Me olvidan definitivamente por no saber amarles. Me colocan en una bóveda bajo el mar de la indiferencia, olvidándome eternamente. Me he vuelto aquel vagabundo que nadie se atreve a ver. Un vagabundo que solo mira al pasado siendo feliz sin él. Visitando a sus ex parejas desde lejos y a la distancia. Ellas son felices y yo solo miro desde mi podredumbre humana, desde mi incapacidad  de no saber amarles  como ellas y ella querían. Miro triste y en directo a mi posible felicidad que no fue. Las personas son más felices sin mí. Qué fácil es borrarme d

Murieron

Tristeza de no verte y verme en la tristeza llorando tu recuerdo en un llanto torcido. Sin ánimos sin fe, sin esperanzas. Siento al desamor como un adelanto de la misma muerte. No propia sino más bien, ajena y a la vez tan cercana a mí. Y sí, murió un yo que se ilusionaba. Murió ese quien te amaba. Murieron dos entes que solo actuaban como actuaban juntos y no con nadie más. Murieron nuestros besos. Murieron nuestros juegos, nuestras respiraciones, la mezcla de nuestros fluidos. Hoy ha muerto la unión de nuestras iniciales juntas. Murieron nuestros planes. Murió lo que pudo ser. Murieron nuestros suspiros. Murieron las ganas de vivir juntos. Y en la cenizas de cada muerte yacen los recuerdos. Que duelen más que la propia ausencia. Te fuiste, me vaciaste. Pero me dejaste tus más bellos recuerdos de un yo ausente que te extraña desde la ausencia de sentirme vivo pero muerto en vida.   JNR

Tal vez

Me voy complaciendo con cada trago, con cada sorbo, y entre síntomas de nostalgia. Mis lágrimas se suicidan en el vacio de mis mejillas, en dirección hacia mi café, que yace frío, que yace en calma.   El techo de mi habitación está lleno de susurros, tanto tuyos como míos.   Una vez me dijeron que para ser filósofo era necesario aprender a contemplar, a observar eficazmente. Pero hoy, solo puedo ver carencias que son tristes, que son ausentes.   La ausencia de personas. La ausencia de alegrías. La ausencia de caricias. La ausencia de tu cuerpo. La ausencia de tus labios. La ausencia de tu cálida compañía.     Cuando creo aprender de amor. Aprendo más de ausencias. Me acostumbre a tu compañía. A sentir que si moría, tú me enterrarías. Pero ganó más tu ego, el cual me dejó varado, solo, y a ti, con cientos de posibilidades.   Tal vez ahora te abraza alguien más, tal vez hoy te besan como a ti te gusta

Felicidad

Hay en mí un sabotaje natural, domina, rompe paradigmas de felicidad, así, sin más. Un cuchillo pulsante. Brilla, se realza sonante en la luz del sol matando a Apolo para darle de beber su sangre a Dionisio.   Mi felicidad es cada vez menos. Es repetida con diferentes rostros.   Va vagando en un hilo invisible, no permeable ni deseable y sin origen aparente. Sonríe pero sufre entre amarillentos dientes. Fumo un cigarro, se apaga. Quiero otro, se desvanece, pero mi melancolía prevalece. Destapo una cerveza, me deja mareado en mi vileza, se esfuma. Ya no hay dinero solo extrañeza.   A ratos sonrío. A ratos me duermo. A ratos la extraño. A ratos siento frío. A ratos me acaloro. A ratos la añoro. A ratos me masturbo. A ratos le rezo a Dios. A ratos no siento. A ratos te digo adiós. A ratos ya te olvide. A ratos no te olvido.   Por qué sufrimos de amor si podemos amarnos a nosotros. Sin caer en narcisismo,

Adiós

Hay un adiós instantáneo en cada uno de mis saludos. En cada nuevo día hay un adiós distante. Un adiós que me consume. Un adiós que no respira. Cuántas despedidas hay en un adiós que brota en lágrimas sin salida por ya no estar más aquí. En mis besos más románticos nunca hay un adiós, más sin embargo, hay un adiós en mi besos más cortos, los más torpes y los más míos, sin sabor. Hay un adiós en cada una de mis palabras. Hay un adiós en cada suspiro de alegría. Hay dicha en mis despedidas pero no hay un adiós en cada una de mis partidas. Hay un anhelo de un adiós en cada momento de melancolía. Hay un adiós en cada sonrisa tímida en momentos donde agradezco a la vida por cada adiós sin saliva al alba y nocturno. En cada madrugada de insomnio hay un adiós. Mi arma y mi corazón están cargados para mi más rápida despedida. Pero con cada beso tuyo, deseo en demasía nunca más decir adiós.   JNR

Verdad dominante

  Hay una disposición en la experiencia en cuanto a disponibilidad de negar los errores de un modo inconsciente que frivoliza el aparente hallazgo de una verdad próxima en cuanto a búsqueda de sabiduría ante lo que se ignora desde principio a fin de ideas sobre el objeto que no son para nada viables para los sentidos humanos, resultando así algo ajeno en su disponibilidad de hábito. Es asequible y muy fácil ignorar los errores para dar con la razón diluida y constituida por múltiples falsificaciones de verdad. ¿Qué es lo que se me presenta como duda? ¿Y por qué dudo de su existencia desde mi existencia limitada en cuanto percepción? Hay una proximidad desde la asimilación de ideales envasados desde la ingenuidad de acertar en un mar de errores para dar con la verdad, que no es a su vez una última verdad dentro de un espacio y tiempo determinados. Sino más bien una verdad forzada desde una voluntad falsa con creencias a entender lo que no se puede comprender en la absoluta comprensión d

Ilusiones

Voy siguiendo un caminito de ilusiones, fresco, llano, sin pretensiones. Es un sueño lleno de sueños donde hablan y actúan entre sí, convencidos de que son reales mis fantasías más verbales. En ellas aprieto un sol que alumbra mis necesidades primordiales, básicas y, al ritmo de un tambor que no cesa en su canto; canto lleno de notas que son quietas y a veces salvajes.   En el amor se construyen ilusiones que salpican a corazones ajenos invitándoles a la monótona imitación. Imitaciones elegantes. Imitaciones pobres, desilusionantes que se encharcan en sucios pavimentos de calles.   He dado el mismo beso inflado de amor en parejas que cambian de rostro y labios, pero mi intención siempre es la misma: amar y dar sin mostrar ilusiones que están ahí pero que no se ven.   Hoy doy mis más bonitos besos deseando, que ella me entienda que la beso en silencio; pero en un mar tenebroso lleno de bastas

Brotan las palabras

Brotan las palabras provenientes de latidos. Circulación constante de suspiros fallidos.   Piedras sobre el río que acicalan en alivios a la palabra herida que sangra, que mancha, que surge a la deriva.   Deambulo en la marea de mil destinos que van gritándome al oído, palabras húmedas que bailan en tinieblas y que me abofetean sin sentido.   Caen palabras que se equivocan y alumbro desde mi ingenua boca.   Son contados mis susurros en cada hoja blanca, donde me voy haciendo tinta con cada latido y en cada palabra que ruge en silencio.   Mi nombre se siente extraño en un valle de palabras tristes que bombean y se arrastran en latidos que ya no callo pero que surgen sin motivo. Motivos que no entiendo pero que ellos me entienden con cada palabra que escribo.   JNR

Vacío

La tarde se aquieta y mis silbidos ya no suenan; se han vuelto mudos.   En tus labios he vaciado las últimas gotas de amor, exprimidas al alba. Y en el recuerdo de mi yo enamorado que ahora llora y ya no canta. Doy ligeros sorbos de una muerte prolongada.   Me voy vaciando en suspiros y me voy quedando mudo con cada lágrima que se va haciendo nudo. Mi corazón va perdiendo sus colores y se ha vuelto un zaguán, grande, cerrado, negro; y sin rencores.   Se van haciendo viejas las páginas que comenzábamos letra por letra a soñar juntos escribiendo en la libreta.   Se va desmoronando el inicio de un historia que era nueva, llena de esperanzas con ligeras fugas; pero de calientes danzas.   Hoy me siento roto, vacío, sin emociones, sin fe, sin ganas de volver. No te preocupes, tú vas a estar bien.   Yo lloraré por los dos, y aguantaré el peso de la soledad que a ti nunca te ha de alcanzar.