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Mostrando las entradas de mayo, 2021

Voz escrita

Una voz que resuena, que resucita en voz escrita. Una voz que palpita. Escribo palabras mudas que gritan. Suenan los trazos con letras que salpican. Avanzo entre palabras llanas, simples, mundanas. Soy una voz que escribe dejando a las palabras, sonando y juntándose desde mi esencia lejana.   No quiero ser el mejor poeta, pero anhelo la reserva de aspirar a ser un mal profeta. Ha pasado la tormenta, me ha dejado roído y mal nutrido, pero con mi pluma de testigo.   Salgo del abismo un tanto diferente. Me siento alguien que ya no siente.   Hoy ya no tengo corazón pero tengo mis letras. Más mi pluma danzante salpicada de sangre, pero sigue pulsando, vibrando y cantando en su voz escrita, letras que aunque yo muera quedarán infinitas en un universo sordo pero que regurgita palabras de polvo que alguna vez fueron: una voz escrita.   JNR    

Recuerdos

Como quien tropieza con una vasta multiplicidad de recuerdos distantes. Me hallo un tanto quieto contemplando el por qué suscitan dichos pasajes en mi memoria. ¿Por qué recordamos eventos que catalogamos como “importantes”? ¿Por qué asumimos que son importantes si solo son importantes para nosotros mismos? Es como asumir que todo lo que proceda del margen de mi yo; es por ende importante. Solo sería una presentación de mi ego hacia al otro como importante. Pero ese no es el asunto primordial. La pregunta clave sería: ¿Por qué guardamos en la memoria específicos momentos y no otros? Responder dicha cuestión en un absoluto enfoque de veracidad y descubrimiento de una verdad absoluta como respuesta, no será el caso. Por obvias razones intentaré disuadir y desfragmentar dicha pregunta en mi subjetividad analizada desde mi praxis como individuo. Todo ser humano hasta donde mi conocimiento puede soslayar, puede tener ciertos recuerdos que sobreviven al paso del tiempo de dichos sucesos a rec

911

Yo: Hola, ¿911? Operadora: 911, ¿cuál es su emergencia? Yo: Me siento solo.   JNR

Piel ausente

Piel ausente, piel fantasma, piel pútrida, piel que ya no me toca, piel áspera, piel cansada.   Me he convertido en un experto de tu ausencia. Ausencia que me ha dejado cenizas negras, cenizas húmedas; esculpidas en lágrimas.   Envidio tanto tu frialdad, tu no misericordia. Me introdujiste tu germen para así desaparecer y esparcirlo a alguien más. ¿Fui un experimento? ¿Fui un juego? ¿Fui un plato sucio? ¿Fui lo que ya no quieres probar nunca más?   Tal vez sea todo o nada.   Sigo en duelo para algún día renacer, crecer, ser feliz sin tu piel  y con tu maldita ausencia.   JNR

Quisiera

Quisiera escribir los cuentos más bellos y con finales felices, pero no me nacen. Me nace ya no querer engañar. Ya no ser falso. La vida es eso: vivir para morir. Fingimos darle sentido, falsificamos el deterioro. Cuando vemos a alguien, no lo vemos mejor. Lo vemos fingiendo mejor su propia y más cercana muerte. Y si no me creen, ahí están sus placeres que evaden a la muerte. Fornicar, drogarse, beber y tragar. ¿Perpetuamos la especie? No. Perpetuamos la muerte, morir mejor cada vez, fingir mejor cada vez. Nos hacemos sabios, pero, no sabemos la muerte que acaba con todo, con todo el conocimiento, con todas esas horas de ejercicio y “buen comer”. Todo lo material que hoy te rodea, ya no importará, ya que no existirás, así, sin más. Morirás, y la gente que nos recuerda, también morirá. Todo está destinado al derrumbe, a la caída, a los escombros, a la nada.   JNR

Seco

Soy quien no teme ser cuando el último viento sopla a la cara al filo de la cornisa.   Qué sentido tiene la vida, si a quienes amamos ya no existen.   Nos arrojan a una vida llena de muerte. Soportamos la muerte ajena, pero la propia. ¿Quién la soportará?   Hoy ya no amo pero amo no amar. Me siento muerto resistiendo a la verdadera muerte.   Las lágrimas me han abandonado, me siento seco, pero lleno de tristeza.   Oh vida ya no te amo. Tu indiferencia me volvió indiferente.   Me diste a probar el amor, pero…, me lo quitaste de múltiples maneras: absurdas. Absurdo como pensar que alguien de verdad podría amarme.   Ay muerte, ya solo te espero para que con tu amargo beso nos amemos verso a verso, eternamente para que así nadie me recuerde.   JNR

Me mata

Me mata. Me mata saber que ya no estás. Me mata tu ausencia. Me mata tu indiferencia. Me mata ya no hablar. Me mata la incertidumbre de tu corazón. Qué nuevos caminos recorrerás y en qué nuevos brazos caerás. Me mata. Me mata la soledad. Me mata no poder regresar el tiempo. Me mata no tener a nadie. Me mata no tener amigos. Este maldito cigarro en mi mano, me mata. Me mata no saber de ti. Me mata la muerte que se ríe de mí. Me mata que no llames, que no hables, que no aparezcas en la entrada de mi puerta. Me mata que ya no quieras regresar. Me mata saber que pasaré ahora más tiempo en soledad que los cinco años antes de ti. Me matan las noticias. Me mata saber que si mi padre muere, quedaré absolutamente solo. Me matan los estudios. Me mata no ser un ciudadano ejemplar. Me mata la violencia. Me matan las injusticias. Me mata la inseguridad. La policía me mata. Mi presidente me mata. Me mata pensar

Me siento enterrado

Me siento enterrado en el fondo de un desierto donde nadie anhela  desenterrarme. Pequeños rastros de sombras acompañan mi agonía tan trágica y desértica. Ligeros trazos de luz pintados a la lejanía de mis más íntimos llantos que se quedan guardados en el fondo de la indiferente arena que quema, que abriga, que no me deja. Doy pequeños pasos en la noche fría caminando sin rumbo como muerto en vida, sin razón, sin motivos, sin una ilusión de deseo de salir de esta  ya muy querida  oscuridad  que acaricia de vez en cuando mi muy amada soledad. Con rasguños y mordeduras vuelvo a caer enterrado en la arena de un desierto que es más sabio de noche que de día. La lluvia empieza su sinfonía de lamentos con gotas que se incrustan en mi cara seca ya roída y agrietada por la depresión de no ver un alma cerca y ajena a la mía. Resuena cada impacto como proyectil del cielo hacia a la arena. Ruge cada grano de are

Un amor

Como un fuego que se apaga se ha extinguido la llama de tu piel ardiente entre mis labios.   Pocos son tus recuerdos vanos en aquel fastuoso catre donde embalsábamos nuestras miradas más cercanas.   Tu belleza era dogmática y tu inteligencia infalible. Piel suave que ahora yace extinta frente a mis manos como un fantasma que ya no se toca pero que se siente su esencia ausente.   La voz suprema de tu canto se ha vuelto muda frente a mis oídos sordos que ya no escuchan, que ya no contemplan tus desafinadas letras aunado a mis miradas secas.   Posas frente al espejo sucio donde aniquilaste mi atracción hacia tu estético rostro que ahora es libre de mis besos.   En fin, la vida continúa aun sin ti. Ahora iremos por la vida mudos, cada quien por su vereda. Callando a nuestros nuevos amores lo que tú y yo algún día fuimos: un amor bonito y breve.   JNR

No calles corazón

Hay corazón, me encuentro rodeado de plegarias que me acechan y me apuñalan. Cuánta tragedia subyace en este infierno. Caminamos entre podredumbre, sin más, envueltos en la lumbre.   La muerte azota en cada rincón, pero ella nos recuerda que todos somos iguales: Vida que será muerte sin nula compasión. Ya no calles corazón, bombea tus gritos, alza tus puños y vuela en justicia envuelto en la memoria de los que hoy ya no vuelan.   En la sangre derramada de vidas tomadas, pintaremos la injusticia de nuestras almas calladas.   No callen corazones, latan al ritmo de fervores, canciones  y tambores.   Ya quedó claro. Ellos no nos ven como a sus iguales. Hagamos temblar el piso para que caigan junto a sus malas frivolidades.   Vibra corazón que ya no hay  miedo en tus venas.   No calles corazón. Ya que no tendremos compasión.    JNR