La paradoja del Yo
Cuando una persona habla desde el yo; ese habitual: Yo opino, yo pienso, yo creo. Habla desde cierta soberbia al hallarse “original” en el manejo del tema a tratar en cuanto a opiniones personales se refiere. Pero, es aquí donde comienza la paradoja del Yo, ya que, qué sucedería con ese “Yo, único”, si imagináramos la siguiente secuencia de analogía: Un grupo de oyentes acude a distintas ponencias sobre el mismo tema, todos los expositores son distintos y expertos en el mismo rubro desde el que se habla. Los oyentes son conscientes de que cada una de las charlas expuestas que los expertos tratan de maneras o perspectivas diferentes del tema per sé; suscita un patrón de coincidencia, al notar que cada uno de los expositores en ciertos momentos dan opiniones desde su Yo particular e individual; las mismas posturas se hacen notorias en cada uno de los diferentes expositores cuando comienzan a opinar desde cada uno de sus Yos. ¿Qué le sucede al Yo, entonces? ¿Es una falta de comunicación